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Cuando pecas contra el Espíritu Santo

Según el pastor evangelista Greg Laurie, es importante comprender que el Espíritu Santo es Dios en acción y que pecar contra Él es pecar contra Dios. De acuerdo con el pastor existen 6 maneras de pecar contra el Espíritu Santo:

1. Mentirle al Espíritu Santo: Ananías y Safira (Hechos 5:1-10) le mintieron al Espíritu Santo, pues fingían estar dedicados a Dios cuando no era así. En la actualidad, muchas personas continúan haciéndolo, fingen vivir de una manera “espiritual” pero sin sentirlo en su corazón, si poner las enseñanzas en práctica. El mismo Apóstol Santiago lo dijo:“Pero no basta con oír el mensaje; hay que ponerlo en práctica, pues de lo contrario se estarían engañando ustedes mismos. El que solamente oye el mensaje, y no lo practica, es como el hombre que se mira la cara en un espejo: se ve a sí mismo, pero en cuanto da la vuelta se olvida de cómo es. Pero el que no olvida lo que oye, sino que se fija atentamente en la ley perfecta de la libertad, y permanece firme cumpliendo lo que ella manda, será feliz en lo que hace".

2. Entristecer (contristar) al Espíritu Santo: Sólo los creyentes (los que fueron sellados por el Espíritu) podemos entristecerlo. Efesios 4:30 (RVR60) dice: “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención". Lo entristecemos cuando alojamos ira en el corazón, ofendemos a otros o hacemos cosas que sabemos que van en sentido contrario a nuestra nueva naturaleza que ya está en nosotros.

3. Apagar al Espíritu Santo: Cuando el Espíritu Santo nos convence de que debemos cambiar algo en nuestras vidas y no le obedecemos, apagamos su poder dentro de nosotros. El mismo Pablo lo dice en 1 Tesalonicenses 5:19 (RVR60): “No apaguéis al Espíritu". Él sigue en nuestro interior, no se ha ido, pero no le entregamos control completo.

4. Resistir al Espíritu Santo: Las personas que cometen este pecado saben que el Espíritu está llevándolos a Jesús, pero su orgullo y soberbia les impide ver y reconocer a Cristo como su Señor y Salvador. El problema es que cada vez que uno se resiste al Espíritu de Dios, se nos hace cada vez más difícil tener un encuentro con Jesús y conocerlo. Se nos va endureciendo el corazón rebelión tras rebelión.

5. Insultar al Espíritu Santo: Hebreos 10:29 (NTV) dice: “Piensen, pues, cuánto mayor será el castigo para quienes han pisoteado al Hijo de Dios y han considerado la sangre del pacto, la cual nos hizo santos, como si fuera algo vulgar e inmundo, y han insultado y despreciado al Espíritu Santo que nos trae la misericordia de Dios". Insultar al Espíritu Santo es considerar la Sangre del Pacto (la sangre de Jesús, que nos hizo santos) como algo vulgar e inmundo. Aquel que comete este pecado desprecia el tremendo precio que Jesús pagó en la cruz. Esta persona ha rechazado aceptar el regalo de la salvación que Dios nos ofrece.

6. Blasfemar contra el Espíritu Santo: Blasfemar es hablar con desprecio o ser insolentemente irrespetuoso. La blasfemia es un reproche verbal o escrito del nombre de Dios, de su carácter, su obra o sus atributos. Algunos sinónimos de Blasfemar son injuriar, renegar, o maldecir. Una blasfemia es una injuria que se profiere contra una persona. Como lo vimos anteriormente en Mateo, la mayor blasfemia, sin embargo, según la Biblia, es aquella que va contra el Espíritu Santo. Los dos pecados anteriores (Resistir e Insultar al Espíritu Santo) pueden llevar a lo que se conoce como “el pecado imperdonable”; es decir, la blasfemia contra el Espíritu Santo. Blasfemar contra el Espíritu Santo es rechazar, a conciencia, a Jesús como Señor y Salvador. Este es un punto sin retorno.En pocas palabras, el pecado imperdonable es algún pecado que una persona no quiere renunciar o confesar, o incluso por el cual pedir perdón y, además no quiere escuchar más al Espíritu Santo. Si le damos la espalda a la voz del Espíritu Santo comenzamos a silenciar sus convicciones (construimos un muro para no escuchar su voz) y finalmente no podremos escuchar su poder de convicción. Esto bloquea firmemente la obra de Dios en nuestras vidas porque hemos llegado a un punto en que no podemos responder a la voz del Espíritu Santo. En esta etapa una persona ya no puede pedir perdón y, por lo tanto, no puede ser salvada.

La resistencia consciente y endurecida a la verdad aleja al hombre de la humildad y el arrepentimiento, y sin arrepentimiento no puede haber perdón. Si tu crees que has blasfemado contra el Espíritu y sientes pesar en tu corazón, no te preocupes no has cometido el pecado imperdonable porque sientes arrepentimiento y el arrepentimiento es el primer paso para acercarse a Dios. Ora y pídele perdón al Padre.

Preguntas para Reflexionar

• ¿Qué creías antes que era el pecado Imperdonable?
• ¿Cuán importante piensas que es el Espiritu Santo?

Que tengas una excelente y muy bendecida jornada. Nos vemos en las próximas lecturas.
Alfonso