Del Caos a La ClaridadMuestra

Para pasar del caos a la claridad, debes permitir que Dios circuncide tu corazón y sane la vergüenza de tu pasado para que puedas entrar en la promesa de tu futuro.

Como puedes ver, Dios puede sacarte de Egipto, pero también tiene que sacar a Egipto de ti —y ese proceso podría parecerse un poco a Guilgal. Es posible que ya hayas cruzado el Jordán. Es posible que estés listo para caminar en círculos alrededor de Jericó, listo para el próximo gran milagro en tu vida. Pero, sin embargo, la pestilencia y el residuo de tu pasado todavía están en ti, impidiendo la claridad de saber quién eres en Cristo.

La voz de la vergüenza es fuerte y permanece en nuestros oídos diciéndonos lo que no podemos hacer. Nos dice quiénes somos. Y en este pasaje, Josué sabía que antes de que su pueblo pudiera entrar en lo que Dios tenía para ellos, necesitaban lidiar con la vergüenza que cargaban desde Egipto y hacer un pacto con Dios. Esta decisión permanente serviría como un recordatorio recurrente de a quién servían y de qué se trataba.

Es posible que hayas comenzado en Egipto. Es donde crecieron tus padres. Es donde están tus raíces, pero es hora de dejarlas a un lado y deshacerte de las maneras no saludables del pasado. No puedes tener la victoria de Jericó hasta que tengas la circuncisión de Guilgal. Es Guilgal, donde tomas el cuchillo de pedernal y cortas la vieja vida. Te quedas en ese lugar hasta que eres sanado; hasta que la vergüenza desaparezca.

¿Qué es lo que necesitas cortar de tu vida? ¿Qué representa el viejo tú, el Egipto en tu vida? ¿Qué te impide ver claramente el futuro que Dios tiene para ti?

Es hora de ponerle nombre, porque Dios no te permitirá salir de Guilgal y moverte a Jericó hasta que lo hayas cortado. Quizás es una mentalidad, un pecado o un hábito. Sea lo que sea, es causado por la vergüenza en tu vida.

Dios está tratando de circuncidar tu corazón para poder reemplazarlo con una victoria que nadie de tu familia de la generación pasada haya visto antes. Él tiene una Jericó esperándote. Él lo tiene todo preparado para que solo tengas que presentarte y caminar unas cuantas veces y orar y las paredes se derrumbarán.Pero primero, debes lidiar con tu vergüenza. Necesitas alinearte con Él. Necesitas circuncidar tu corazón. Solo entonces fluirá el poder de Dios y derribará a los gigantes. Solo entonces pasarás del caos a la claridad.

Pregunta

¿Qué es lo que necesitas cortar de tu vida? ¿Qué representa el viejo tú, el Egipto en tu vida? Es hora de ponerle nombre y cortarlo. Puede ser una mentalidad. Puede ser un pecado. O puede ser un hábito. Permite que Dios circuncide tu corazón y sane la vergüenza de tu pasado para que puedas entrar en la promesa de tu futuro. Quítalo para que Dios pueda reemplazarlo con su victoria.