El Poder Del AyunoMuestra

La importancia de la oración en el ayuno

David fue el segundo rey de Israel y uno de los más exitosos en su reinado. Él fue uno de los pocos reyes que sabían depender de Dios. Generalmente, David buscaba la dirección de Dios para todo lo que hacía, de esa manera aseguraba el éxito o la victoria frente a sus enemigos.

Una de las virtudes que tenia David, y que la Biblia la refiere y exalta fue la prudencia.

Y David se conducía prudentemente en todos sus asuntos, y Jehová estaba con él. 1 Samuel 18:14

David no actuaba por actuar, tampoco obraba por la presión del momento, ni mucho menos por lo que miraban sus ojos, David era prudente. Una persona prudente actúa con calma y con cuidado, es cauteloso y sensato, además de ser justo.

David conocía el peso que llevaba al gobernar al pueblo de Dios, y confiaba en quien le daría las mejores respuestas, para gobernar a Israel. ¡Confiaba en el mismo Dios quien lo había puesto para gobernar!

Entonces David le preguntó a Dios: —¿Debo pelear contra los filisteos? ¿Cuento contigo para derrotarlos? El SEÑOR le dijo: —Sí, cuenta conmigo.

1 Crónicas 14:10-12

David consultó al SEÑOR, diciendo: ¿Perseguiré a esta banda? ¿Podré alcanzarlos? Y El le respondió: Persíguelos, porque de cierto los alcanzarás y sin duda rescatarás a todos.

1 Samuel 10:38

David preguntaba constantemente a Dios, lo que debía hacer ante cada situación de su vida. David le preguntaba a Dios: ¿Cuál era su voluntad? Dios, por su parte, le revelaba la respuesta correcta, de ese modo reinó David al pueblo de Dios, siempre asegurando el éxito en todo lo que hacía.

Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propio entendimiento.

Proverbios 3:5

¿Sientes que has fallado en repetidas ocasiones? ¿Has tomado decisiones incorrectas? ¿Eres de los que actúa de acuerdo a sus pensamientos sin consultar antes a Dios? ¿Te gustaría asegurar el éxito en todo lo que haces incluyendo familia, ministerio, trabajo, negocios? ¡Pregúntale al Señor! Tómate el tiempo necesario para acercarte a Dios en ayuno y oración, y pídele que te revele su voluntad, estoy segura que Dios te dará la dirección que necesitas.

Encomienda al SEÑOR tu camino, confía en Él, que Él actuará;

Salmos 37:5

Y recuerda esto, siempre que hagas un ayuno, ten en cuenta el propósito por el que vas a ayunar. Puedes hacerlo en grupo, familiar o personal, pero no pierdas de vista dicho objetivo. Toma tiempos de oración y lectura de la Palabra, pero sobre todo espera recibir de parte de Dios la respuesta, la ayuda, el perdón o la bendición que Dios tiene para ti.