Recuperando el ÁnimoMuestra
El porqué del sufrimiento
Juan 16:33 NTV
Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.
El sufrimiento en muchas ocasiones según este pasaje de la Escritura es necesario, pues forma en nosotros el carácter de Cristo. Pues Él siendo Dios, que se despojó a sí mismo para ser hombre y vivir entre nosotros con el fin de la salvación, pasó sufrimiento, ¿cómo nosotros no lo hemos de vivir? En algún pasaje más se le llama "...varón de dolores" y es que a veces existe la idea en que en el Señor no sufrimos o que estamos inmunes a ello. Pero el sufrimiento nos sensibiliza, mantiene nuestra naturaleza humana al margen para que dentro muchas cosas, podamos recordar que dependemos de nuestro Señor y Creador.
Cuando sufrimos nuestro enfoque, nuestro foco de atención se vuelve más pequeño pensando en algunas de esas veces que sólo nosotros sufrimos y que nadie comprende ese dolor, esa decepción, ese trauma que te ha detenido y traído desánimo, pero déjame decirte que sí hay alguien que entiende tu dolor, tu pérdida, tu trauma. Su nombre es Jesús.
En Juan 11, Jesús sufre y hasta llora la pérdida de alguien que ama, y ese tipo de pérdida puede llegar a provocar un desánimo grande a nuestra vida. Él no es indiferente al dolor, hoy quiero decirte o más bien recordarte que Jesús te entiende, y que en medio de ese desánimo Él te llama, así como Elías en la cueva, desanimado por las palabras de Jezabel, él se detiene y se encierra a una cueva.
En ese episodio de desánimo, el Señor lo va buscar a la cueva, donde pasa, un fuego, un terremoto, hasta que un silbo apacible, el Señor le pregunta: "¿Qué haces aquí?". Lo que me enseña esta conversación y deseo que no olvidemos es que el Señor nos va a buscar en nuestro desánimo, el Señor irá tras nosotros si hemos perdido el camino tal cuál pastor va tras la oveja perdida. Pero hay algo más que quiero que veas conmigo. La voz del Señor en esta ocasión no le habló dentro de la cueva como la primera vez, sino a la entrada, afuera de la cueva... el Señor nos invita a hablar fuera de la cueva, fuera del desánimo, pero la decisión de salir de la cueva es tuya, es nuestra.
En el Señor anhelo que este segundo día de devocional entendamos que en ocasiones el dolor, el desánimo son necesarios para poder enfocar nuestra mirada en aquel que puede todo, en aquel que también sufrió por amor a nosotros. Que así mismo el Señor no es indiferente a nuestro dolor y desánimo sino que nos habla en medio de ello, y nos invita a salir de ello.
Ánimo, aún queda camino por recorrer, misiones de parte de Dios por hacer. Ánimo, el Señor está contigo.
Acerca de este Plan
El ánimo es esa fuerza o energía para hacer, resolver o emprender algo, y por las dificultades o la vida misma provoca que se desgaste. El desánimo puede convertirse en algo perjudicial para nuestras vidas, que entra como un sentimiento, a un pensamiento, puede llegar a pasar a un estado continuo, hasta llegar algo espiritual. Hoy, a la luz de la Escritura aprenderemos a salir de él.
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Nos gustaría agradecer a Piedra sobre Piedra Podcast por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/piedrasobrepiedra.pod