Principios FinancierosMuestra

PLANIFICACIÓN Y ADMINISTRACIÓN

Dios nos ha hecho a imagen y semejanza de Él. Cuando Dios creó el cielo, las estrellas, el mundo y a la humanidad Él ya tenía un plan. Dios es planificador.

Nosotros siendo hechos a imagen y semejanza de Dios, tenemos el mismo diseño de ser planificadores. Esto incluye el área de las finanzas personales.

Lucas 14:28-29 nos habla de que existe el principio de la planificación:

28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? 29 No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él.

De igual forma proverbios 21:5 nos habla acerca de la planificación.

“Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza".

Hay que aprender a planear, analizar las situaciones y posibles escenarios detenidamente.

- Define un presupuesto mensual, quincenal o semanal.

- Dale un propósito a tu dinero, determina para qué te va a servir eso que estás generando.

- Haz un plan de ahorro.

No hay que tomar decisiones por impulso.

Antes de comprar esos zapatos, carro o casa pregúntate a ti mismo si está dentro de tu presupuesto.

En las finanzas personales se recomienda tener la siguiente distribución para el dinero:

- 10% Diezmo

- 30% Renta o Hipoteca del lugar donde vives (máximo 50% de tu sueldo)

- 30% Comida y gastos fijos (Agua, Luz, Internet, Teléfono, etc.)

- 20% Ahorro

- 10% Libre para que lo disfrutes

Todos estos porcentajes son un poco ajustables a tu situación actual. Sin embargo, el único que no se puede mover es el 10% del diezmo con base en lo que aprendimos ayer.

G E N E R O S I D A D

El principio de la generosidad es muy importante también ya que es fundamental para cambiar tu visión.

Mucha gente tiene la visión de ser un consumidor cuando a la luz de la Palabra nosotros estamos llamados a ser generadores y no consumidores.

Visualízate a ti mismo como una fuente. Tú estás llamado a ser bendecido para bendecir.

En cuanto tú te tomas enserio este rol, como una extensión de la gracia y favor de Dios entonces Dios sabe que puede confiarte más.

Este principio lo aprendemos de Proverbios 22:9

“El ojo misericordioso será bendito, porque dio de su pan al indigente.”

Salmos 37:21 también mencióna lo siguiente:

“El impío toma prestado, y no paga; Mas el justo tiene misericordia, y da".

¿Quién quieres ser tú?

¿El que pide prestado o el que presta? El que bendice.

Testimonio: Dios me ha demostrado de primera mano que Él respalda la generosidad. Me he dado cuenta de que cuando he mostrado un acto de generosidad aunque me haya dolido en mi cartera Dios se encarga de alguna forma proveerme y hacerme una fuente de bendición. Cuánto más doy más tengo. Así son las matemáticas de Dios.