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Creer Y Descansar, La Decisión a TomarMuestra

Creer Y Descansar, La Decisión a Tomar

DÍA 1 DE 4

Al principio quería ponerle a este devocional “Desacelérate”. Pero luego me di cuenta que encuadra muy bien con la serie que hemos venido compartiendo de “Creer y descansar”. Y esto es así porque comprendí que el mensaje, el Señor lo hila como la araña, hila su telaraña, para que todo caiga ahí y quede preso, pegado; y eso es lo que hemos entendido que el Señor viene hilando con esta hermosa serie, que de paso te recomendamos: “Creer y descansar para… “.

Ahora, cómo surgió el nombre de este devocional, tal vez te preguntes. Pues todo comenzó hace unos meses atrás, cuando tenía la intención de llegar temprano a mi trabajo, con el fin de adelantar varias tareas que tenía pendientes. Y como desde hace veintiún años, conduje tomando la misma ruta de siempre. Lo que indica que conozco la vía y de antemano sabía que si tomaba un par de calles alternas, terminaría rápidamente en la autopista,donde podría “meterle la chancleta” o acelerar a fondo, y así llegar rápido a mi trabajo.

Pero como sabemos, todo camino tiene señales; por ejemplo, si van a llevar a sus hijos al colegio, van a encontrar las señales de “Pare”, “Biblioteca”, “Escuela” y muchas más. En teoría estas señales están ahí para hacernos la vida más fácil, pero nosotros la hacemos difícil, porque no vemos las señales.

Y pasa lo mismo con Dios. Él nos da señales para que nuestro camino sea más fácil, pero nosotros las ignoramos y por el contrario, aceleramos en la vida conforme a nuestro deseo y nuestra conveniencia, hasta que nos tropezamos con algo.

Pues ese día, cuando yo quería llegar temprano a mí trabajo con la buena intención de agilizar mi jornada, vi la señal de que debía conducir a 45 millas por hora. Y, al tomar la avenida Atlantic, jamás vi, que tan solo una calle más adelante había otra señal que decía que debía conducir a 35 millas por hora. ¡O sea, en tan solo una cuadra tenía que reducir la velocidad de nuevo! ¿Te puedes imaginar esta locura?

Toda mi vida había manejado por esta ruta, jamás de forma acelerada por supuesto, y nunca había visto esta señal en particular, de alguna forma mi celebro estaba programado con la señal de 45 millas por hora.

Para ser franca, yo iba a 49 millas por hora, y ¡Oh, sorpresa, sorpresa cuando vi por el espejo retrovisor que un policía de tránsito me estaba ordenando que me detuviera! ¡Oh no, ¿qué hice? Sino, ¡lo hice, cometí una infracción!

Al final, como correspondía terminé llamando a un abogado para que me ayudara a resolver la situación en la que terminé, no solo por mi negligencia, pero sobre todo, por mi acelere de vida. Finalmente, terminé pagando una multa de 150 dólares.

¿Para dónde vas Mymi con todo esto? Tal vez te preguntes. Necesitamos hacer un alto porque vivimos vidas aceleradas; como padres, a veces aceleramos a nuestros hijos con tantas actividades, que ya no pueden con ellas.

En este mundo tan saturado de información, nos aceleramos más, porque queremos estar al día. Lo primero que hacemos cada mañana al despertar es prender el celular, para ver qué nos hemos perdido, qué foto no hemos visto, qué noticia no hemos visto, o cuantos nuevos “Me gusta” hemos recibido en nuestras redes sociales.

Y pasa lo mismo con los cristianos; queremos estar en la iglesia toda la semana, y si la iglesia no te brinda un menú completo para todos los días, creemos que la iglesia no sirve.

¿Y saben de qué me di cuenta? De que el Señor nos permite esos momentos de “cuentas” o “multas” para que reaccionemos; lo triste es saber que algunas “cuentas” son de hospital o de crisis familiares y hasta laborales, porque vamos hasta el límite por vivir trabajando, y haciendo y haciendo.

¿Qué tal tú?

¿Te identificas con esta situación que yo viví?

Te animo a seguir leyendo mi devocional para que descubras lo que tuve que aprender para vivir una vida menos acelerada.

Día 2

Acerca de este Plan

Creer Y Descansar, La Decisión a Tomar

"Desacelérate"...En este mundo tan saturado de información, nos aceleramos más, porque queremos estar al día. Lo primero que hacemos cada mañana al despertar es prender el celular, para ver qué nos hemos perdido, qué foto no hemos visto, qué noticia no hemos visto, o cuántos nuevos “Me gusta” hemos recibido en nuestras redes sociales, vivimos vidas "aceleradas".

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Nos gustaría agradecer a TopCristianos por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/TopCristianos.es?locale=es_LA