Pensando en Voz AltaMuestra

SOBRE EL PERDÓN

1. El primer perdón con el que somos revestidos es el perdón del pacto, el que salva de la condenación eterna; no tiene variante diferente en que Dios lo ofrece para eternidad, en Cristo. Es un perdón total, sin residuos que lo empañen (Juan 3:16).

2. El perdón que perdona al hijo de Dios que vuelve pecar. Ese del que nos habló Juan cuando dijo que "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad". Ese perdón abre de nuevo la comunicación bloqueada (1 Juan 1:9).

Pero, este perdón no siempre libra de consecuencias del pecado, está determinado por... no sabemos; en ocasiones por la ley causa/efecto; otras veces por los propósitos de Dios; también por el ejemplo para otros y como retribución, esto es, castigo de Dios y/o disciplina y en los más el deseo de Dios en buscar de nosotros un arrepentimiento genuino.

Entonces, ningún riesgo habrá para los que han puesto su fe en quien hizo posible el retorno a la casa del Padre, pero es una aventura definir qué sucede con las consecuencias del pecado en términos de nuestro bienestar presente.

"...Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: “Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo”. Pero el padre ordenó a sus siervos: “¡Pronto! Traigan la mejor ropa para vestirlo. Pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero más gordo y mátenlo para celebrar un banquete. Porque este hijo mío estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ha sido hallado”. Así que empezaron a hacer fiesta.... Este hermano tuyo estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado” (Lc 15: 1-32).