Pensando en Voz AltaMuestra

Cuando Elías objetó a Dios que había quedado solo en Israel y que todos los profetas abandonaron la causa; el Señor le mostró que había 7.000 profetas que no habían doblado sus rodillas delante de Baal. Este acomplejado síndrome del "miserable único" nos persigue y provoca un estado de auto conmiseración, evidenciado en quejas lastimeras:

¿Por qué a mí?

* Soy muy desafortunado...

* No tengo nada...

* Nadie me comprende...

* Todos son desconsiderados conmigo...

* En todo me va mal...

* No le importo a nadie...

* Me siento usado por todos...

Pero, ¿sabes qué?

No estás solo; es una mentira sistemática que pretende apabullar tu vida.

Te lo puedo demostrar:

* "Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt.28:20).

* "Aunque tu padre y tu madre te dejare, yo te recogeré" (Sal.27:10).

* "Mi presencia irá contigo donde quiera que vayas" (Ex.33:14).

* "Mi vara y mi cayado te infundirán aliento" (Sal.23).

* "Aunque pases por el fuego, yo estaré contigo..." (Isa.43:2).

* "En la casa del Señor moraré por largos..." (Sal.23:6)

* "Has cambiado mi lamento en baile" (Sal.30:11-12).

* "Voy a preparar lugar para ti, para que estés donde yo estoy con mi Padre" (Jn.14:2-4).

Su presencia nos basta, aunque todos se vayan, queda Él.

Por tanto, acepta la invitación de ir a Él cada día para escuchar Su voz, cuando todas se hayan callado.