Dios en El TiempoMuestra

Hoy quiero compartir contigo algo que realmente impactó mi perspectiva sobre cómo Dios se comunica con nosotros. Estoy emocionado porque nos encontramos en Juan 14:26-28, donde Jesús nos habla acerca de algo extraordinario que hará por nosotros.

Estas palabras son como un tesoro escondido que revela la presencia constante y transformadora del Espíritu Santo en nuestras vidas.

Imagina el escenario: Jesús está a punto de partir, y sus discípulos, llenos de incertidumbre, escuchan estas palabras reconfortantes. Jesús les asegura que, aunque Él se va, no nos dejará solos. En cambio, nos enviará al Espíritu Santo, nuestro Defensor y Abogado.

Ahora, reflexionemos sobre las preguntas que te planteé:

1. ¿Cómo te sientes al saber que el Espíritu Santo está aquí para guiarte y recordarte las enseñanzas de Jesús?Imagina tener a alguien que te guía con sabiduría en cada paso que das. El Espíritu Santo no solo es una presencia, sino un guía que nos conduce en el camino de la verdad.
   
2. ¿De qué manera puedes permitir que el Espíritu Santo te guíe en tu vida diaria?Considera cada decisión que tomas, por pequeña que sea. ¿Te has tomado el tiempo para buscar la dirección del Espíritu Santo en esas decisiones? Dejar que Él sea tu guía puede marcar la diferencia en tu día a día.
   
3. ¿En qué áreas de tu vida necesitas la paz que solo Jesús puede dar? Piensa en esos momentos de ansiedad, preocupación o confusión. El Espíritu Santo trae consigo la paz de Jesús, esa paz que va más allá de lo que el mundo puede ofrecer.
   

Recuerda que el Espíritu Santo no solo es una figura abstracta, sino una presencia activa y personal en tu vida. Es tu Consejero divino, siempre listo para guiarte y recordarte las enseñanzas de Jesús. Permitámosle que transforme cada aspecto de nuestra existencia diaria. ¡Hasta la próxima vez!