Gracia Sin CondenaciónMuestra

La trampa y la compasión

Vamos a sumergirnos en un relato bíblico lleno de personajes complejos y situaciones desafiantes: una multitud de cobardes, una mujer vulnerable, una injusticia flagrante, un juicio público tenso y un sorprendente final de perdón. Al comprender este relato, experimenté en mi propia vida una liberación profunda de la autocrítica y los juicios que solía imponerme.

En este pasaje, veremos cómo Jesús enfrenta una trampa tendida por líderes religiosos de su tiempo. Ellos buscaban condenarlo, pero descubriremos que la propuesta de Jesús sobre el juicio es radicalmente diferente a lo que solemos imaginar o entender.

Lo primero que encontramos en el texto es un circo montado por los religiosos de la época. Era una trampa para Jesús, porque estaban queriendo encontrarlo culpable para poder hacer recaer sobre Él algún tipo de castigo legal.

Algunos detalles a notar:

• Al leer la palabra griega con la que se escribió MUJER en este texto, nos da a entender que era casada, porque esa palabra en el mundo bíblico suele designar solamente a la mujer casada.
• Colocando a la mujer “en medio”: El texto nos muestra el objetivo que perseguían los acusadores, ya que la acción de colocar a alguien en el medio es acusarlo, dado que así se solía hacer en los interrogatorios judiciales de la época. No querían preguntar si era culpable o inocente, estaban directamente buscando el juicio sobre ella.
• También le dicen: Maestro, encontramos a esta mujer cometiendo pecado. El hecho de que lo llamen Maestro era en tono burlesco, porque el texto mismo luego nos explica que ellos, en realidad, lo estaban poniendo en una encrucijada. Jesús no podía romper las reglas de la ley, que mandaban a matarla a la mujer, y menos delante de toda la gente.

Pregunta disparadora para el lector: ¿Cómo podemos aplicar el discernimiento entre la justicia y la compasión en nuestras interacciones diarias, a la luz de este pasaje bíblico?