Intimidad Sin Pornografía Muestra
En el terreno de la pornografía:
1) Satanás se relaciona de cerca con la pornografía porque odia la santidad. Cuando se consume pornografía, el mensaje que se comunica es: me uno al diablo y lucho en contra de la santidad que Cristo me ha regalado y que el Espíritu Santo quiere hacer crecer y vigorizar. La curiosidad online se convierte rápidamente en obsesión mortal para la vida en Cristo.
2) Satanás te seduce a mirar porque atenta contra la pureza de tus pensamientos. Te resultará imposible mirar a alguien sin ‘matizar todo’ con escenas pornográficas.
3) Satanás quiere ser adorado. Entonces le da fama, dinero y todo lo que pidan a quienes se dedican a esto. Por otro lado, están sus verdaderos objetivos: recibir más ofrenda cada día de todos los que consumen y de esa manera ofrendan tiempo, esfuerzo y dinero a los demonios.
4) Satanás no quiere ver a Dios en nosotros. Fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios. El diablo no puede destruir a Dios, pero puede hacerle doler el corazón arruinándonos a nosotros. Nuestro cuerpo es templo del Espíritu, entonces busca hacerlo asqueroso con la idea de que Dios nos abandone. A Satanás le divierte que los seres humanos parezcan animales. Tal vez no lo entiendas, pero el diablo que leyó la Biblia sí. Sabe que los santos lo van a juzgar a él. Sabe que nosotros estamos por encima de él. Somos de carne y hueso, débiles y con todo, somos superiores a los ángeles. 1ª Corintios 6:2-3:“Acaso no saben ustedes que los santos juzgarán al mundo?... ¿No saben ustedes que nosotros juzgaremos a los ángeles?...”, RVC.
Esto es algo que se manifiesta en las posesiones demoníacas. Los demonios se divierten imitando a animales, haciendo que las personas se arrastren o gruñan. Cuando usamos la sexualidad a la manera animal, el diablo se ríe y se alegra.
5) Satanás está empeñado en destruir toda forma de inocencia, y todos los principios de familia que Dios ha diseñado, así como todo vestigio de dignidad en los humanos. En Mateo 18 Jesús ilustró con un niño para enseñar quién era ‘el más importante’. Y, unos versículos más adelante, añade que cualquiera que haga pecar a un niño, le hubiera convenido ser arrojado al mar con una piedra de moler atada al cuello, antes que recibir el castigo que le aguarda.
Escrituras
Acerca de este Plan
“...Dios nos eligió… para estar en su presencia, santos y sin mancha…”, Efesios 1:4, BLA. ¿Cómo logramos ser santos? Descúbrelo a través de este plan.
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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.iglesiadelaciudad.com.ar/web/