Triunfando en las PruebasMuestra

Predica con el ejemplo

Leer: 1 Pedro 2:11-12

EOAO: 1 Pedro 2:11-12

Amados, yo os ruego que como extranjeros y peregrinos que sois, os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma. Mantened una buena conducta entre los gentiles, para que, aunque hablen mal de vosotros como si fuerais malhechores, al ver vuestras buenas obras, glorifiquen a Dios en el día de su visita.

En el texto

¿Te has sentido alguna vez como un pez fuera del agua en este mundo? Si es así, es perfectamente normal. De hecho, es de lo que habla el apóstol Pedro en los versículos de hoy. Nos recuerda que somos como extranjeros y exiliados en este mundo. Este mundo no es nuestro hogar... ¡y no pasa nada!

Como hijos elegidos de Dios, nuestras vidas están destinadas a ser notablemente diferentes, vidas apartadas, a no parecerse al mundo. Pero "apartada" no significa "aislada". Es un delicado equilibrio: estar en el mundo para influir en él y dar testimonio de Cristo, pero sin llegar a formar parte de él. Piensa en ello como estar en contacto con el mundo sin contaminarse (Romanos 12:1-2).

Para influir realmente en los no cristianos, nuestras vidas deben reflejar el amor, la verdad y la gracia de Jesús. Debemos "predicar con el ejemplo" - vivir la verdad que compartimos con los demás. Cuando somos honestos, tenemos que admitir que a menudo fallamos en esto. Tenemos buenas intenciones, pero nos cansamos, nos frustramos, nos enfadamos. No reaccionamos como quisiéramos. Pidamos humildemente perdón a Dios y recordemos las palabras de Jesús: "separados de mí nada pueden hacer" (Juan 15:5). Mientras nos esforzamos por alcanzar la santidad, pidamos al Espíritu Santo que produzca Su fruto perfecto en nuestras vidas: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio (Gálatas 5:22-23). Podemos sentir el aguijón de las palabras duras y las críticas de un mundo ansioso por difamarnos y desacreditarnos. Pero, cuando nos refugiamos en Jesús, esas críticas pierden su potencia, y no tenemos que contraatacar. El mundo toma nota cuando nuestras buenas obras afirman nuestras buenas palabras. Funcionan armoniosamente, desarmando a los escépticos y señalándoles la gloria de Dios.

Así que, cuando te sientas extranjero en tierra desconocida, ¡recuerda que lo eres! Este mundo no es tu hogar. Eres un embajador de Cristo, colocado aquí para glorificar a Dios con tu vida. Llevas Su nombre. Sigue adelante, a pesar de la oposición. Naciste para un momento como éste.

Oración

Querido Señor Jesús, gracias por llamarme a vivir como embajador tuyo en este mundo. Ayúdame a caminar en Tu gracia y verdad. Cuando me sienta como un extranjero, recuérdame que este mundo no es mi hogar. Fortaléceme para vivir una vida que te honre y que atraiga a otros hacia Ti. Amén.