Las TentacionesMuestra

La tentación puede ser muy estresante. Parte de nosotros quiere ceder. Parte de nosotros no. Y, a veces, el simple hecho de ceder se siente como un alivio. Ser tentado no es malo, y eso nos lo recuerda Jesús cuando nos dice lo que debemos hacer cuando nos tienten: orar. Cuando oramos, invitamos a Dios a entrar en la situación y empezamos a confiar no solo en nuestra propia fuerza y lógica, sino también en la confianza que podemos tener en Él.

Hoy, ora para que Dios fortalezca tu capacidad de resistir la tentación diciéndola en voz alta y mostrándola abiertamente a Dios. Dios te ama pase lo que pase y está listo para ayudarte.