Las TentacionesMuestra

Escrito por Anna, 19 años, de Shawnee, Kansas, EE. UU.

¿Alguna vez has tenido que guardar algo para que un hermano o un amigo no lo pudiera encontrar? Una vez, el día de mi cumpleaños, guardé mi regalo favorito en un cajón de la cómoda para que mi hermano nunca lo encontrara (y lo más probable es que lo destruyera). Sin embargo, cuando unos días después regresé a mi habitación para jugar con el regalo, había olvidado dónde lo había puesto. Parecía que no solo se lo había ocultado a mi hermano, sino también a mí misma.

En los Salmos a menudo se nos recuerda que debemos "guardar la palabra de Dios en nuestros corazones" o, en otras palabras, atesorarla para que nos recuerde que no debemos pecar. Cuando la palabra de Dios está guardada, al igual que cuando escondemos algo, está segura, y existe la certeza de que nadie puede llevársela. Pero, en medio de un día ajetreado, tengo la tentación de olvidar el significado de la palabra de Dios y cómo puede ayudarme a combatir el pecado; olvido que está guardada en mi corazón, lista para ayudarme y protegerme del enemigo.

Una manera de combatir esto es memorizando un versículo cada semana. Cuando la Palabra de Dios está disponible en nuestra mente, podemos recordarla en momentos de necesidad, lo que me ha ayudado significativamente a luchar contra el pecado.

¡Deja que este versículo sea el primero que memorices y observa cómo Dios lo usa a lo largo de tu semana!