AgradecimientoMuestra

Agradecimiento

Por Rocky Fleming

Día 4: Pacificador

El agradecimiento engendra perdón, y el perdón engendra paz. La mayoría de nosotros tendemos a ver la paz como nuestro objetivo para la vida. Así que buscamos la ruta más directa para encontrarlo o hacerlo realidad. Pero tenemos que entender que hay una diferencia entre ser un "amante de la paz y ser un pacificador". Jesús dijo que bienaventurados son los pacificadores. No podemos ser pacificadores mientras somos pasivos con los demás y nos preocupamos más por proteger nuestra propia paz. El hecho es que ser un pacificador a menudo es perjudicial para nuestra propia paz, aunque solo se trate de nosotros mismos.

Debemos servir a alguien más a costa de nuestra propia paz para ser un pacificador, como Jesús mencionó. ¿Por qué haríamos esto? ¿Por qué interrumpiríamos nuestra propia paz para ayudar a otra persona a encontrar la paz? Bueno, es lo mismo con la razón por la que vivimos con un espíritu de agradecimiento. Es porque nuestro Rey se lo merece y de alguna manera somos capaces de vivir nuestro agradecimiento ante Él sirviendo a alguien más en su punto de necesidad.

Cuando dejamos en pausa nuestra propia búsqueda de la paz para servir a otra persona, tenemos al Pacificador supremo entregándose a nosotros para satisfacer nuestras necesidades. Tenemos Su Espíritu obrando supliendo nuestra necesidad de paz mientras nos unimos a Él ayudando a otra persona. Ser un pacificador es ser un ejemplo de Jesús para otra persona.

Por cierto, cuando la palabra cristiano se usó por primera vez en Antioquía para describir a un seguidor de Cristo, se suponía que era un término despectivo contra su pueblo. El término significaba "Pequeños Cristos". Ahora vemos que es exactamente como Jesús lo quiere. Él quiere que seamos Él para alguien necesitado. Esto se hace viviendo en estrecha proximidad con Él a través de un espíritu agradecido, donde Él puede obrar a través de nosotros. Esto te llevará a convertirte en un pacificador.