Tatuajes Del AbusoMuestra

«Cómo borrar tus tatuajes»

Con Cristo, es totalmente diferente, te da una nueva identidad cuando crees en Él, pues, estabas bajo la potestad de las tinieblas y fuiste trasladado por el Padre al reino de su amado hijo. Las tinieblas ya no te dominan, ahora estás bajo el reinado de Cristo. Te ha hecho una nueva criatura, te ha hecho hijo de Dios, y ahora portas su naturaleza divina. 

Por medio del sacrificio de Cristo en la cruz, su resurrección, su ascensión, su glorificación, nos ha dado un linaje especial, nos convirtió en sacerdotes reales, nación santa, pueblo adquirido por Dios, con un propósito. 

Es necesario que comiences a entender tu nueva identidad. Ya no eres un perdedor, ahora eres un victorioso. Ya no eres uno más en el mundo, ahora eres adquirido por Dios, te da valor porque pagó por rescatarte y pagó muy caro. Dio a su propio hijo por ti. Y lo maravilloso, es que te dio su lugar, ahora tú eres su hijo, su heredero. Cristo resucitó y fue glorificado, ahora está sentado a la diestra de Dios Padre en los lugares celestiales, e hizo posible que tú y yo formemos parte de él, de su cuerpo, es nuestra posición hoy, en Cristo, porque él nos completó y ahora no nos falta nada, nos dio su naturaleza y la mente de Cristo. 

Recuerda que somos espíritu, que tenemos un alma y habitamos un cuerpo. El cuerpo y el alma son temporales, están limitadas al tiempo que estemos en esta tierra, pero el espíritu es eterno. Por eso Cristo envió al Espíritu Santo para que te habitara todos los días hasta el fin. 

Cristo te dio valor, dio su vida por ti. Fuiste trasladado al mejor gobierno, el reino de Cristo. Te dio autoridad, sobre toda la creación; sobre todo te dio propósito, una causa, para vivir cada día en la tierra, y así entender que tu vida es la de Cristo y trasciende los días de esta tierra, es eterna. 

Te invito a valorarte como Dios de valora, a perdonarte como Dios te perdonó, a proyectarte para un futuro con el propósito que te dimensiona y trasciende como Dios lo hace. A manifestar en tu valiosa vida, cada minuto a Cristo, quien te habita y te ama, más allá de lo que alguna vez pudiste imaginar o entender. Esta es la forma real de liberarte de todos los tatuajes, que durante años marcaron tu vida, pero que ahora puedes entender que ya no te dominan ni te gobiernan. Hoy entiendes quién eres y cuál es tu posición.