Los Salmos Y Mis EmocionesMuestra

DIOS ES NUESTRO SALVADOR Y SEÑOR EN LA PERSONA DE JESÚS, POR ESO PODEMOS ESTAR SEGURAS EN SUS BRAZOS

Si estás siguiendo el devocional, quiero que veas el patrón por el que te estoy llevando: venimos a Dios con todas nuestras emociones y con todos nuestros pensamientos honestos; recordamos quién es el Señor, a quien acudimos, de manera que nuestra fe se afirme en Él; y recordamos qué es lo que ha hecho el Señor, porque esta es la base o el fundamento en el que nos apoyamos para clamar y para confiar en Él. Esto es lo que veremos hoy.

El Salmo nos dice que Dios salva a su pueblo (Jn 3:16), que lo bendice con una herencia inmarcesible que está en los cielos (1 P 1:4) para pastorearlo (Jn 10:27; Sal 23:1) y llevarlo a la vida eterna (Jn 3:15). Si estás pensando que eso ya lo sabes, como cualquier cristiana, y lo piensas sin admiración, déjame decirte que has perdido todo el asombro que necesitas para adorar y seguir adorando cada día al Señor.

La salvación no es un boleto de entrada al cielo, es una forma de vivir. No recibimos las bendiciones por portarnos bien, es por gracia de Dios. Su pastoreo incluye su disciplina amorosa y su fidelidad en sostenernos hasta el día de Cristo. Nuestras emociones o pasiones alimentan nuestro «yo» para responder con frutos de la carne: celos, enojos, gritos, envidias, pleitos. Si continuamente estamos pensando en lo que nosotras hemos hecho, lo que otros nos han hecho o lo que hubiéramos querido que sucediera o Dios hubiera hecho, nuestras emociones responderán en enojo, resentimiento, amargura, y seremos mujeres rencillosas y quejumbrosas con las que nadie quiere estar.

Nuestras emociones no nos pueden esclavizar para hacernos creer que no hay salida. Ya fuimos bendecidas con toda bendición espiritual (Ef 1:3), tenemos un Pastor que nos guía y sostiene en sus brazos para traer toda frustración e incomprensión que tengamos de las situaciones que atravesamos. Por esto, podemos responder con el fruto del Espíritu, que significa emociones alineadas con la voluntad de Dios para nosotras. Porque Dios nos ha salvado, podemos vivir en la plena libertad de acercarnos a Él con nuestras emociones y obedecer su Palabra para colocarlas en el lugar correcto.

• Aprende: ¿Qué ha hecho el Señor por ti?
• Vive: Lee el Salmo 39. ¿Cómo se sentía David según los versículos 1 y 2? ¿Qué dice acerca de la meditación o pensamientos de David en el versículo 3? ¿Qué le pide David recordar según los versículos 4 al 6? ¿Qué le pidió David según versículos 7 al 13? ¿Cómo te enseña este Salmo para vivir con emociones que glorifiquen a Dios? Concluye orando.
• Lidera: ¿Cómo puedes ayudar a una amiga que cree que hay algo más que Dios debe darle aparte de la salvación? ¿Cómo la puedes guiar con los Salmos?

Oración

Padre bueno, no hay nada mejor que tú en nuestra vida. Gracias por salvarnos, por bendecirnos, por pastorearnos. Ayúdanos a que nuestras emociones dependan de estas verdades de manera que demos fruto agradable a ti. En Cristo, te lo pedimos, amén.