No Tengas TemorMuestra

¡Sólo Tú me llenas de valor y me guías por el buen camino!
¡Tú me das fuerzas para correr con la velocidad de un venado! Cuando ando por las altas montañas, Tú no me dejas caer (Salmos 18:32-33).

A través de todos estos años he aprendido que el esperar en Dios nunca es en vano.
Cuando el Señor quiere hacer las cosas las hace. Y cuando no, es porque aún no es el tiempo. Pero sí hay algo que realmente ha marcado mi vida y es que la espera trata con nuestro corazón, con nuestro carácter. Pero sobre todo, nos hace crecer y madurar espiritualmente.

Dios conoce cada corazón y sabe con qué estamos luchando, o con qué vamos a luchar. Pero déjame decirte algo… De todas el Señor te librará. Y te hará vivir a Su tiempo lo que es para ti.

Quiero regalarte una frase, y es esta:
"No bajes los brazos ahora que falta tan poco".

Pégala en tu heladera, o donde la puedas leer continuamente. Porque si hay algo que Dios espera de nosotros es que perseveremos.

Sé que no ha sido fácil para ti, sé que a veces quieres rendirte, renunciar. Pero déjame decirte que es ahí donde vemos la presencia del Señor manifiesta en nuestras vidas. En nuestra debilidad se perfecciona Su poder.
Levántate una vez más y lucha por aquello que está del otro lado de la montaña.
Si Cristo es por nosotros, ¿quién estará en nuestra contra?

Reflexionemos:
Busca pasajes en las Escrituras que te llenen de ánimo y de valor. Tenlos siempre a mano, como fondos de pantalla, o imanes. Para que puedas leerlos constantemente y así recobrarás fe, y valentía.

Ora conmigo:
Señor yo te doy gracias, porque una vez más nos muestras nuestra dependencia de Ti. Gracias Dios porque Tú alientas nuestras vidas a continuar confiando, a continuar creyendo. La vida no ha sido fácil, pero en Ti venceremos. Yo te pido que Tú derrames de tu aceite en nuestro corazón, y que la victoria en cada área de nuestras vidas sea evidente. En el nombre de Jesús, amén.