No Tengas TemorMuestra

Le pedí a Dios que me ayudara, y su respuesta fue positiva: ¡me libró del miedo que tenía!
Los que a Él acuden se llenan de alegría y jamás pasan vergüenzas.
Yo, que nada valgo, llamé a Dios, y Él me oyó, y me salvó de todas mis angustias.
Dios envía a su ángel para que salve del peligro a todos los que lo honran (Salmos 34:4-7 ).

Hay tanto para decir con respecto al miedo. Es una palabra que puede llegar a significar muchas cosas, dependiendo de cómo nosotros nos encontremos.
¿Por qué digo esto? Porque somos seres de carne y hueso. Seres mortales que vivimos en un mundo donde suceden cosas. Cosas que pueden llegar a llenar nuestro corazón de temor, de incertidumbre, de desespero.

En la Biblia podemos encontrar muchos pasajes que nos hablen sobre el miedo. El miedo se relaciona con la falta de fe. Y también sabemos que el miedo siempre paraliza.

¿Por qué? Porque por miedo dejamos de hacer cosas para comenzar a hacer otras, como dudar. Como estancarnos, al no ver la respuesta de Dios a nuestro clamor. Pero sobre todo abandonamos la oración, que es lo que nos mantiene conectados al Señor.

Pero la fidelidad de Dios nos recuerda que, aunque pasemos por tormentas y pruebas Él siempre estará ahí con nosotros. Su mano de poder se moverá a nuestro favor. Y que al final del día veremos Su gloria en nuestras vidas.

Si sientes miedo recuerda lo que el Señor le dijo a Josué cuando Moisés ya no se encontraba con ellos.
El Señor le dijo: "Como estuve con Moisés también estaré contigo… ".
Qué maravillosa es esta Palabra que hoy nos habla a nosotros, y nos dice: "Como estuve con Josué, así estaré contigo… ".
Creo que es tiempo de confiar en Dios y saber que Él no nos abandonará nunca. Sus promesas son eternas.

Reflexionemos:
¿En qué momento comenzaste a sentir duda?
¿Cómo afectan tus emociones a tu vida?
¿Has conversado con alguien sobre el tema?
(amigo/a, padres, esposo/a, líder espiritual).

Ora conmigo:
Señor Jesús, perdóname por dudar de tu amor. Reconozco mi fragilidad, y mi dependencia de Ti. Yo te necesito hoy y siempre conmigo. Ayuda a acudir a Ti cuando sienta que ya no puedo. En el nombre de Jesús, amén.