Conectando Tu Trabajo Con La Obra De DiosMuestra
El trabajo como servicio
Los cristianos deberían ser conscientes de esta concepción revolucionaria del propósito de su trabajo en el mundo. No debemos elegir empleos y dirigir nuestro trabajo para autorrealizarnos y acumular poder, porque ser llamados por Dios a hacer algo nos da en sí poder. Debemos ver el trabajo como una manera de servir a Dios y a nuestro prójimo, y por eso deberíamos elegir y conducir nuestro trabajo de acuerdo a ese propósito. La pregunta que respecta a nuestra elección ya no debería ser: “¿Qué me hará ganar más dinero y me dará mejor estatus?”. Ahora la pregunta debe ser: “¿De qué modo, con las habilidades y oportunidades que tengo, puedo hacer el mayor servicio a los demás, sabiendo lo que sé acerca de la voluntad de Dios y la necesidad humana?”.
Este modo revolucionario de considerarlo le da a todo trabajo un propósito común y excelso: honrar a Dios amando a tu prójimo y sirviéndole por medio del trabajo.
Las aplicaciones de esta máxima —que el trabajo competente es una forma de amor— son muchas. Los que entiendan este concepto del trabajo aún seguirán deseando tener éxito, pero no se sentirán tan propensos a sobrecargarse de trabajo ni a desanimarse por los malos resultados. Si es cierto, entonces, si tienes que elegir entre un trabajo que beneficie a más personas y un trabajo donde te paguen más, deberías considerar seriamente el trabajo que paga menos y ayuda más, sobre todo si puedes ser bueno en ello. Significa que todos los trabajos —no solo las llamadas profesiones de asistencia— son en esencia modos de amar a nuestro prójimo. Los cristianos no tienen que dirigir un ministerio o una organización sin ánimo de lucro para amar a los demás a través de su trabajo.
Tu trabajo diario en última instancia es un acto de alabanza a Dios que te llamó y te capacitó para hacerlo... sin importar qué clase de trabajo sea.
Escrituras
Acerca de este Plan
La Biblia abunda en sabiduría, recursos y esperanza para todo aquel que esté aprendiendo a trabajar, buscando trabajo, intentando trabajar o yendo al trabajo. Y cuando decimos que las Escrituras cristianas “nos dan esperanza” para trabajar, al mismo tiempo reconocemos tanto la intensa frustración y dificultad que puede ser el trabajo, como la profundidad de la que debe ser la esperanza espiritual si vamos a enfrentarnos al desafío de perseguir una vocación en este mundo. Si el Dios de la Biblia existe, y hay una Realidad Auténtica más allá y detrás de esta, y si esta vida no es la única vida, entonces toda buena obra, incluso la más simple, perseguida en respuesta al llamado de Dios, puede importar para siempre. ¿Por qué quieres trabajar? ¿Por qué es tan difícil trabajar? ¿Cómo podemos superar las dificultades y encontrar satisfacción en nuestro trabajo a través del evangelio?
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Nos gustaría agradecer a Publicaciones Andamio,Timothy Keller con Katherine Leary Alsdorf por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: http://www.publicacionesandamio.com/