Conectando Tu Trabajo Con La Obra De DiosMuestra
La dignidad del trabajo
El trabajo de toda clase, ya sea con las manos o con la mente, evidencia nuestra dignidad como seres humanos: porque refleja la imagen de Dios el Creador en nosotros.
Se nos ha encargado un trabajo específico porque hemos sido hechos a imagen de Dios. ¿Qué significa esto? La estrecha conexión de Génesis capítulo 1, versículo 26, con el mandato a “gobernar”, muestra que este acto de gobernar es un aspecto definitorio de lo que significa ser hechos a imagen de Dios. Se nos llama a sustituir a Dios aquí en el mundo, a ejercer la mayordomía sobre el resto de la creación en su lugar como sus regentes. Compartimos el hacer cosas que Dios ha hecho en la creación: poner orden en el caos, construir una civilización de manera creativa a partir de lo físico y de la naturaleza humana, cuidar de todo lo que Dios ha hecho. Esto es una gran parte de aquello para lo que Dios nos ha creado.
El trabajo tiene dignidad porque es algo que Dios hace y porque nosotros lo hacemos en el lugar de Dios, como sus representantes.
Hemos sido hechos para trabajar y la dignidad que nos otorga como seres humanos, sin importar el estatus o el sueldo. Las implicaciones prácticas de este principio son de largo alcance. Tenemos la libertad de buscar un trabajo que se ajuste a nuestros dones y pasiones. Podemos estar abiertos a mayores oportunidades para trabajar cuando la economía es débil y no abunda el empleo. Ya no tenemos base para la condescendencia o la superioridad; tampoco para la envidia o los sentimientos de inferioridad. Y todo cristiano debería ser capaz de identificar, con convicción y satisfacción, el modo en que su trabajo participa de Dios en su creatividad y cultivo.
Escrituras
Acerca de este Plan
La Biblia abunda en sabiduría, recursos y esperanza para todo aquel que esté aprendiendo a trabajar, buscando trabajo, intentando trabajar o yendo al trabajo. Y cuando decimos que las Escrituras cristianas “nos dan esperanza” para trabajar, al mismo tiempo reconocemos tanto la intensa frustración y dificultad que puede ser el trabajo, como la profundidad de la que debe ser la esperanza espiritual si vamos a enfrentarnos al desafío de perseguir una vocación en este mundo. Si el Dios de la Biblia existe, y hay una Realidad Auténtica más allá y detrás de esta, y si esta vida no es la única vida, entonces toda buena obra, incluso la más simple, perseguida en respuesta al llamado de Dios, puede importar para siempre. ¿Por qué quieres trabajar? ¿Por qué es tan difícil trabajar? ¿Cómo podemos superar las dificultades y encontrar satisfacción en nuestro trabajo a través del evangelio?
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Nos gustaría agradecer a Publicaciones Andamio,Timothy Keller con Katherine Leary Alsdorf por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: http://www.publicacionesandamio.com/