Antiguo Pacto vs NuevoMuestra

El día del Señor

Una de las promesas más hermosas descritas en la Biblia es que el Señor va a restaurar todas las cosas y crear un cielo nuevo y una tierra nueva, pero esto va a suceder después del gran ‘’día del Señor’’. Esta frase suena muy apocalíptica, hace referencia al juicio a las naciones o el mundo venidero, pero para comprender el ultimo libro de la Biblia es necesario recordar el primero. Dios creó al hombre y la mujer a su imagen y semejanza, les proporcionó la autoridad de gobernar la tierra en su lugar bajo su idea de lo que es el bien y el mal, pero el diablo engañó a la humanidad y buscaron su propia idea de lo que es el bien y el mal y se convirtieron en personas crueles donde cada uno busca el interés propio y terminaron siendo opresores.

Si recordamos la historia de la torre de Babel, todas las personas de Babilonia se pusieron de acuerdo para construir una gran torre, su orgullo y ambición los llevó a quererse igualar a Dios, llegando a lo más alto posible, creyendo que no necesitan de Dios. Al final de la historia Dios los dispersó creando diferentes idiomas. Babilonia se convirtió en un concepto simbólico en la narrativa bíblica, para describir el mundo que rechaza a Dios y está en contra de su Palabra.

Podemos observar que más adelante en la historia, Egipto se convirtió en la nueva Babilonia, se pusieron en contra del pueblo de Israel, mataron a los niños y esclavizaron a la nación, hasta que ‘’el gran día’’, Dios los liberó con poder. A partir de este gran día, una vez al año Israel comenzó a celebrar Pascuas, sacrificaban un cordero y cenaban en familia recordando cómo Dios los liberó del poder del mal.

Una vez libres, los mismos sacerdotes del pueblo de Israel también se corrompieron, no les importó la idea del bien y del mal de Dios y vivieron en pecado. Por esto, Dios levantó profetas como Amós, para llamarlos al arrepentimiento y esta situación se convirtió en un ciclo vicioso de Israel, ellos se alejaban de Dios. Dios los llamaba al arrepentimiento, Israel se volvía a Dios, volvía al pacto y cuando todo estaba bien, volvían a caer y terminaban esclavizados y necesitaban ser liberados nuevamente, así sucedió hasta la época de Jesús.

Los judíos esperaban que el Mesías los libere de los opresores, pero si hacía eso, el ciclo vicioso no terminaría nunca, Jesús fue a la raiz del problema, Él permitió que el mal avanzara con toda su fuerza y lograra matarlo, el diablo habría creído que había vencido pero no, el amor y el poder de Dios es más fuerte que la muerte. Jesús resucitó y venció el mal y enseñó a sus seguidores su idea del bien y el mal para poder resistir el poder de Babilonia.

Babilonia representa un ambiente de maldad y pecado, como los días de Noé, en aquel tiempo, las personas tuvieron un tiempo de gracia para arrepentirse y no lo hicieron por eso terminaron en el juicio de Dios sobre la tierra.

Cuando Israel conquistó la tierra prometida, una mujer llamada Rahab, había escuchado sobre como Dios con amor y con gran poder había liberado a su pueblo y ella deseó pertenecer a la nación de Dios. Ella quiso que el Señor también sea su Dios y el juicio sobre las naciones que estaban en Canaán, no cayó sobre su casa, las naciones que estaban en la tierra prometida eran idólatras, hechiceros, sacrificaban niños para sus dioses, sus dioses eran crueles, inmorales y sanguinarios y las personas de Canaán no desearon a Dios como lo hizo Rahab, por eso el juicio sobre ellos cayó también.

De esta misma forma va a suceder en ese último gran día, aquellos que se arrepientan, que deseen ser parte de la nación de Jesús va a disfrutar de su herencia, pero los que lo rechacen caerán en ese día.

Hoy como Iglesia festejamos Pascuas, por que fuimos liberados de la esclavitud del pecado siendo Jesús el cordero de Dios. Fuimos llamados a vivir en la plenitud de su presencia en su descanso, es posible vivir una vida consagrada lo más alejada posible del pecado, por supuesto que es imposible dejar de pecar por completo pero el último gran día, el Señor, va a vencer el mal para siempre, incluyendo el que esta en nuestro interior. El Señor va a hacer nuevas todas las cosas, vamos a poder volver al jardín, a vivir bajo su justicia, vamos a poder comer del árbol de la vida y estar para siempre con Jesús, esa es nuestra esperanza.

Oración: Amado Dios, te doy gracias por todo lo que pude aprender en este devocional. Pude ver como soñaste con nuestra redención desde el primer momento, nos hiciste sacerdotes tuyos, venciste el mal y nos liberaste de la esclavitud del pecado, de toda maldición, y podemos disfruta de tu gracia y de todo lo que nos has servido en tu mesa, enseñanos a vivir en rectitud buscando cada dia estar más cerca tuyo. En el nombre de Jesús, amén.