Llamados a CrearMuestra

Crear con propósito

Dios jamás ha necesitado a los seres humanos, somos nosotros los que lo necesitamos a Él. Dios podría, perfectamente, no habernos creado a nosotros ni al universo. Si Dios estaba completo y no necesitaba de nada, ya que Él es suficiente en sí mismo, ¿para qué creó al hombre? No tenía necesidad. La respuesta es sencilla, pero a la vez muy profunda: Dios creó al hombre para su gloria. Leamos Isaías 43:6-7 (NVI):

Al norte diré: “¡Entrégalos!”. Y al sur: “¡No los retengas! Trae a mis hijos desde lejos y a mis hijas desde los confines de la tierra. Trae a todo el que sea llamado por mi nombre, al que yo he creado para mi gloria, al que yo hice y formé”.

Es por eso por lo que estamos llamados a hacer todo lo que hagamos “para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). Como vimos anteriormente, glorificar a Dios es reflejar Su grandeza o revelar Sus características como amor o perfección. Está claro que no podemos ser perfecto pero si podemos optar por la excelencia en lo que hagamos y acercarnos un poco a la perfección. Tampoco podemos ser santos y crear cosas que lo son. Pero si podemos ser íntegros y que nuestras creaciones también hayan sido creadas con integridad y pureza. Que todo lo que hagas glorifique a Dios.

Pero nos estamos olvidando de una parte importante. Nos estamos olvidando del prójimo. Jesús mismo dijo que este es el segundo mandamiento y tan importante como el primero. Dios, siendo fiel a su carácter, creó el universo y al ser humano por amor. Si somos Su imagen, en especial los cristianos, estamos llamados a que TODO lo que hagamos 1) revele el carácter de nuestro Padre y 2) lo que creemos sea una manifestación de nuestro amor al prójimo. Un emprendedor que no tiene a Cristo puede crear un cabaret o un club nocturno y para el mundo puede ser un empresario exitoso en términos de riquezas y fama. Para el cristiano, sabemos que NO es así. Para un cristiano sería impensable meterse en un negocio o en una industria que no glorifique al Padre y en el cual no pueda manifestar su amor al prójimo.

Entonces, ¿cómo estás tú, en tus proyectos, en tus emprendimientos, en tu trabajo, en tu casa, en tus creaciones, manifestando el carácter de Dios y el amor al prójimo? ¿Tus creaciones le sacan una sonrisa a Dios? ¿Cómo, el hecho de saber que, todo lo que tu creas debiera tener ese sello (carácter de Dios y amor al prójimo) cambia tus motivaciones para trabajar, emprender, estar en casa o incluso relacionarte con otros?