Llamados a CrearMuestra

En el principio

Estoy leyendo un libro fascinante que se llama Called to Create (Llamado a crear), y que me ha hecho explotar mi cabeza. El libro parte mostrándonos que, de todas las características que Dios tiene, Él eligió una en especial para manifestarse al inicio de Su Palabra. Sabemos que Dios es Omnipotente, Omnisciente, Omnipresente, Eterno, Bueno, Fiel, Amor, Santo. Sin embargo, Dios no escogió ninguna de ellas para presentarse al comienzo de la Biblia. Lo primero que nos cuenta la Biblia, en Genesis 1:1, es:

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra".

Dios podría haber comenzado Su historia de miles de formas distintas pero eligió presentarse primero como un Dios Creador de todo el universo. Es como si nos dijera “Humanidad, este es quien Soy. Esto es lo primero que quiero que sepan de mí. Soy Dios Creador”. En seis días, Él creó todo lo que visible y lo invisible y el cúlmine de esta obra fuimos los seres humanos.

Otro punto es que en varias oportunidades se menciona en Génesis: “Y vio Dios que era bueno” la luz, los mares, el sol, la luna, los animales y; finalmente, los seres humanos. En el sexto día, durante su última creación, se menciona: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera". Y aquí me gustaría detenerme un poco para recalcar un punto. Dios es bueno y todo lo que Él crea tiene que ser sí o sí bueno. Dios crea buenas cosas como manifestación de uno de sus atributos, como manifestación de su carácter: Dios ES bueno y, por lo tanto, lo que Él hace ES también bueno.

Sigamos. Si saltamos a Génesis 1:26 leemos: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. Esto, en forma sencilla, significa que compartimos algunas de Sus características, aunque a una escala finita y limitada. Una de las características que compartimos con nuestro Creador es, justamente, que tenemos la capacidad de crear. Podemos usar nuestras habilidades al servicio de Dios y crear un negocio que ayude y le de sustento a miles de familias, un ministerio que done cajas de alimentos a los pobres, una exquisita comida para nuestra familia, un devocional para nuestra iglesia que la avive y la lleve a adorar a Dios. Obviamente, también podemos poner nuestras habilidades al servicio del mal y crear lo mismo mencionado anteriormente pero con fines viles y vulgares. ¿La diferencia? A quién tenemos en nuestro corazón, a quién estamos imitando.

1 Corintios 10:31 (RVR60) dice: “Así que, sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios". ¿Qué significa glorificar a Dios? Una excelente definición que leí es: “Glorificar a Dios es reflejar Su grandeza o revelar Sus características”. Efesios 5:1 (RVR60) lo dice supremamente claro: “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados” ¡Somos llamados a crear! ¡Cuando creas estás emulando a tu Padre Celestial! Nuestro Padre es un Dios Creador y, como sus hijos y su obra maestra, estamos llamados a utilizar los dones otorgados por Él y crear buenas cosas a los ojos de Él. Si no usas tus talentos y capacidades para crear buenas obras, estás desperdiciando los dones entregados y no estás imitando a tu Padre Celestial.

¡Levántate, crea y resplandece! Y que la luz de Dios brille sobre ti.