Quebrantada Y RedimidaMuestra

Por Su gran misericordia, Dios envió a Jesucristo a esta tierra para salvar a las pecadoras. Todas aquellas que invoquen Su nombre para salvación tendrán sus pecados perdonados y olvidados. En el gran amor y misericordia de Dios, Él ya no asocia a las cristianas con el pecado condenatorio. Ya no tenemos que escondernos avergonzadas de Dios cuando tropezamos y pecamos. Podemos correr a Él en búsqueda de corrección y restauración, sabiendo que Él no nos reprocha nuestros errores.

¿Cuál es tu respuesta al reconocimiento de tu pecado y del pecado de otros? Independientemente de cómo juzgue una cristiana sus fracasos, puede confiar en que cuando Dios ve a Sus hijas, sólo ve la justicia de Cristo. Las creyentes deberían celebrar el saber que Dios no nos ha condenado, sino sólo el pecado que hay en nosotras. Esto debería hacer más fácil perdonar los pecados de las demás después de experimentar la paciencia de Dios con nosotras, Su misericordia derramada sobre nosotras y Su gran amor por nosotras.

Padre Dios, te doy gracias por tu Espíritu que revela los deseos internos de mi corazón. Te ruego que mi corazón permanezca tierno y receptivo a Tu corrección. Cuando quiera esconderme de Ti y evitar Tu Palabra, recuérdame suavemente que todos los buenos padres disciplinan a aquellos a quienes aman. Te agradezco que cada uno de mis fracasos y errores revela mi total dependencia y desesperada necesidad de Ti. En el nombre de Jesús. Amén.