Quebrantada Y RedimidaMuestra

Jesús – Quebrantado y Resucitado

Con su muerte, Jesucristo fue quebrantado, ensangrentado y golpeado para que nosotras tengamos vida. Su sangre es la fuente de nuestra redención. Su sangre no sólo cubre nuestros pecados, sino también nuestra tristeza y nuestro dolor. Las creyentes pueden tener la confianza de que en nuestro quebranto, Jesús ya ha hecho el camino y el sacrificio para nuestra sanación.

¿En qué situación te sientes tentada a dudar del interés y el amor de Dios por ti? Dios soportó el sacrificio definitivo, el dolor y el sufrimiento de Su Hijo inocente, para que en tu dolor y sufrimiento tuvieras una conexión íntima e ilimitada con Dios, para que nunca te quedaras sola o sin amor, por toda la eternidad.

Padre Dios, te doy gracias porque el sacrificio final de Jesús ha derrotado al pecado, ha vencido a Satanás y me ha hecho irreprochable ante Tus ojos. Señor, nunca permitas que dé por hecho Tu sacrificio. Dame la audacia para compartir el mensaje de salvación y sacrificio con todas las que encuentre. En el nombre de Jesús. Amén.