Iglesia Y Cultura 3Muestra

IGLESIA Y CULTURA 3.4

«Migración»

Hoy, gracias a la globalización, todo cambia rápidamente. Una característica de nuestra época es la facilidad con la que las personas migran a otros países y ciudades debido a sus estudios o trabajo. A pesar de que nos encontremos lejos de nuestros padres, amigos y hermanos, desde que vinimos a Cristo nos hicimos parte de una gran familia.

La Biblia en Efesios 2:19 nos dice que ya no somos extranjeros, sino que somos miembros de la familia de Dios. Y con eso, nos hemos convertido en merecedores de toda clase de promesas de Dios.

En Efesios 3:6 dice que somos coherederos y miembros del mismo cuerpo, y que esto nos convierte en copartícipes de las promesas en Cristo Jesús.

José fue un migrante en Egipto; sin embargo, su actitud y confianza en Dios lo llevó a convertirse en el segundo del faraón.

¿Qué sucede cuando pones tu confianza en el Señor?

1. La presencia del Señor está a tu lado (Génesis 39:2-3)

José estaba en una nueva cultura con otros valores, pero él no negoció lo que creía, y el resultado fue que el Señor estuvo con él.

2. Te conviertes en un canal de bendición (Génesis 39:4-5)

Cuando el Señor está con nosotros, además de que nosotros somos bendecidos, nuestra vida bendice al prójimo. El favor y la gracia de Dios sobre nuestra vida no son solo para que los demás vean lo especial que somos. Dios quiere que todo el mundo lo conozca a través de nosotros, por lo que las bendiciones sobre nuestra vida alcanzan a los que nos rodean.

3. En el momento de la crisis puedes disfrutar del amor de Dios (Génesis 39:20-22)

A pesar de que José se encontraba en la cárcel, el amor de Dios se manifestó en su vida, haciendo que se ganara la confianza de Potifar y dándole un lugar de privilegio.

La cultura está cambiando, los valores están cambiando, la moral está cambiando. Pero el Señor nos dejó el ejemplo de José, un hombre de FE, para decirnos hoy, en el siglo XXI, cuando todo lo quieren cambiar: «No cambies tu FE, no cambies tus valores, no negocies tus principios cristianos por nada. ¡Y yo estaré contigo!».

No dejes que la cultura siga engañándote, es hora de que te levantes y la enfrentes, sin nunca jamás olvidar que Dios está a tu lado siempre