Iglesia Y Cultura 3Muestra

IGLESIA Y CULTURA 3.2

«Discriminación»

La dignidad es un atributo que Dios nos ha dado, por el gusto de hacernos semejantes a Él. Pero este regalo no es solo para los que lo conocen porque Dios está buscando a todos para otorgarles su dignidad. 

Juan 10:16.

Nuestra sociedad, a través de la cultura, ha buscado quitarle valor a la vida humana, y atacar los principios, los valores y los derechos de cada individuo, consiguiendo alejarnos de la imagen de Dios. 

Así encontramos actualmente actos de esclavitud, discriminación y prácticas de abuso o juegos que denigran a la persona alejándola cada vez más del regalo que Dios planeó.

La discriminación es un fenómeno sociológico entre los seres humanos que atenta contra la igualdad. La discriminación se produce cuando hay una actitud adversa hacia una característica particular, específica y diferente. Es un trato desfavorable, de menosprecio o de desprecio inmerecido hacia una persona quien es segregada o maltratada, tanto física como mentalmente, por su raza o su origen étnico, su género, su orientación sexual, su nacionalidad, su religión, su condición, situación o posición social, sus ideas políticas, su condición, situación o posición económica, etcétera.

En la Biblia encontramos personajes que pasaron por situaciones similares. Tomemos como ejemplo a José, quien comenzó como esclavo y terminó como ministro del país.

José experimentó discriminación.

Lee Génesis 37:3-4.

José tenía una conexión muy íntima con su padre y, a causa de ello, sus hermanos lo envidiaban; además, su padre le había hecho una túnica de colores que lo hacía especial.

Cuando tienes intimidad con el Padre, es probable que eso genere envidia, y hasta que te discriminen por decir: «No», a lo que todo el mundo diría: «Sí». Quizá te traten diferente, y hasta se burlen de ti, y con eso atentan contra tu dignidad como persona y como cristiano. Al estar en intimidad con tu Padre te es otorgada una túnica, al igual que a José. Esta túnica es el favor de Dios para tu vida, te hace sentir amado, único y especial. 

La sociedad, a través de su cultura te está queriendo convencer de que no lo vas a lograr, que tienes que ceder y ser como los demás. Tu túnica te mantiene con los brazos en alto, y es el amplificador que permite recordarle al mundo que JESÚS ESTA VIVO en tu vida. 

Con el favor divino podrás afectar a tu cultura.