Mujer fuerte y enfocadaMuestra
Ámate a ti misma
Aun cuando es un mandamiento amar al prójimo como a uno mismo, este último no a todas se les facilita poner en práctica, ya sea por circunstancias difíciles de la vida, carencias emocionales desde niñas u otras. Muchas han puesto en segundo lugar su amor propio, buscando quedar bien con los demás antes que con ellas mismas. Piensan que la felicidad la encuentran en otras personas u cosas, cuando la realidad es que no se trata de lo que viene de fuera, sino de lo que sale del interior.
Hay tres maneras de amarte a ti misma, y son:
1) Aceptarte tal y como eres
Dios te dio un cuerpo; podrás estar conforme o no, pero será tuyo durante todo el tiempo que estés aquí, así que cuídalo, valóralo y agradécelo.
Como la mayoría se queja de algo de su físico, es más fácil encontrar cualidades en otras, que en una misma. Por ejemplo, cuando te preguntan qué te gusta de tus amigas, ¿qué responderías? Y ahora, ¿qué te gusta de ti?
Así como no te animarías a decirle a una amiga que tiene una nariz fea, un cuerpo deforme o un cabello horrible, de esa misma manera debes evitar ofenderte a ti; en vez de ello, mejor habla palabras positivas enfocándote en lo que sí te gusta.
La Biblia dice:
«Tu creaste mis entrañas, me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable!» Salmos 139:14
Dios te ha hecho única e irrepetible, no hay, ni habrá una persona como tú con tus características físicas, talentos, habilidades, temperamento, todo lo que te hace ser tú. El Señor te amó desde que te diseñó en su mente, si hubiera querido hacerte diferente lo hubiera hecho, pero no, así eres su creación admirable.
2) Agradece
Cuando eres una persona agradecida, siempre te vas enfocar en lo bueno y no en lo malo. En lo que eres, en lo que tienes, y no en lo que te hace falta o te gustaría tener.
Aprende a recibir elogios. Cuando alguien te diga algo positivo sobre ti, sobre tus labores en casa, en el trabajo, acepta las palabras con gratitud.
Hay quienes en vez de agradecer, dicen dudando:
—¿Tú crees?
—No te creo.
—Lo dices porque me quieres.
Ese tipo de expresiones reflejan baja autoestima e inconformidad; pero cuando eres una mujer que se acepta como es, eres agradecida y feliz con lo que tienes, tendrás seguridad en ti misma, porque sabes lo valiosa que eres y por lo tanto reflejas amor propio.
Por otro lado, es importante reflexionar que cuando alguien recibe un regalo valioso, lo cuida muy bien; así mismo, Dios te ha dado la vida y debes cuidarla. Además, envió a Su Hijo Jesucristo para que a través de su sacrificio, disfrutes de una vida eterna. Entonces, con esos valiosos regalos de parte de Dios, agradécele cuidando de tu salud física, emocional, espiritual y tu realización personal.
3) Aprende a ser feliz contigo
Disfruta los momentos de ocio y de relajación. Es válido tomarte un tiempo para disfrutar lo que te gusta hacer. Por tu salud y tranquilidad emocional, darte un espacio te ayuda aminorar las tensiones, estrés, el mal humor, todo lo negativo que no solo te afecta a ti, sino a quienes están a tu alrededor. Como no puedes dar lo que no tienes, es difícil reflejar gozo, paciencia, felicidad si es que primero no lo sientes.
De hecho antes de que un avión despegue, a los pasajeros que viajan con niños se les da la instrucción en caso de contingencia ponerse primero ellos la mascarilla de oxígeno, y después colocárselo al menor. Porque para poder ayudar a los demás, tenemos que estar seguros y bien nosotros.
Por ello la importancia de que busques la manera de aprender a ser feliz contigo misma, haciendo lo que te gusta, tal vez salir por semana al cafecito con amigas, hacer ejercicio, leer un buen libro, hacer manualidades o cualquier otra actividad que te agrade.
Cuando aprendes amarte a ti misma, aceptándote, agradeciendo y estar contenta contigo, podrás dar amor a los demás sin esperar nada a cambio.
No hay nada más atractivo en una mujer que se ame así misma, la seguridad que proyecta y el respeto que inspira. Una mujer así no va a permitir que transgredan su integridad física, psicológica y espiritual. Tampoco va estar esperanzada a ser feliz hasta que alguien más le ofrezca algo, al contrario, siempre es feliz porque siempre tiene que ofrecer a los demás. Las malas circunstancias no la derrotan porque la fortaleza viene de Dios.
Por último, ten presente que siempre puedes ir a la fuente de vida y de amor que es Dios. Puedes orar todos los días a Dios y decirle que te llene de su amor para que fluya mejor hacia tu persona y después a tu prójimo.
Escrituras
Acerca de este Plan
Queremos ayudarte a alcanzar el propósito de Dios en tu vida y ser la mujer fuerte y enfocada para la que Él te creó.
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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://cvclavoz.com/