Las Pruebas Nos FortalecenMuestra

José, fortalecido por las pruebas

“Más Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. 3 Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano” (Génesis 39:2-3). “Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel” (Génesis 39:21).

“No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba” (Génesis 39:23).

A José, el hijo preferido de Jacob, su padre le hizo una túnica de colores y propició el celo de sus hermanos. José tuvo dos sueños, los cuales relató a sus hermanos y a sus padres. Sus hermanos no solamente se burlaron de José, sino que le odiaron, hasta el punto que quisieron matarlo, pero no lo hicieron porque decidieron venderlo como esclavo en un acto de total injusticia. A pesar de todo, José permaneció fiel y obediente a Dios, entendiendo que en su presencia estaba la bendición.

Seremos probados en nuestra fe, en el amor, en la paciencia. Hay personas que nos querrán robar la paz, y ante la injusticia nuestra fe será probada, pero se evidenciará en como actuamos ante la prueba, en como respondemos a la injusticia. En su momento de prueba, José pudo haber dicho: “Dios, ¿dónde está la promesa?, yo lo único que veo son estas cadenas”. Pero José sabía que Dios estaba con él.

Dios pide que lo miremos a Él, no que miremos la injusticia, ni a la persona que nos hace daño, porque al poner los ojos en las circunstancias, los próximos pasos serán dados en el dolor, en la frustración y en la oscuridad, pero cuando ponemos los ojos en nuestro Padre Celestial, cuando ponemos los ojos en el autor y consumador de la fe, todo será diferente. El Señor nos dará su paz, nos guiará y dará su poder para afirmar nuestra fe a la luz de su Palabra. Y al estar en presencia, en completa adoración Él sanará nuestro corazón y podremos ver más a allá de lo que nos sucede. Dios sanó el corazón de José para que pueda ver más allá de sus cadenas, y en medio de la esclavitud, Dios lo prosperó en todo, hasta llevarlo al cumplimiento de sus sueños.

Oración: Señor, enséñame a mirarte a ti en medio de las injusticias y adversidades que pueda vivir para no perder el norte, a saber perdonar a los que me hacen daño, a sanar mi corazón ya vivir según tus enseñanzas. Amén.