Dos dones de Dios: Abraza la soltería y el matrimonioMuestra

Descansemos en nuestro estado actual

Antes de terminar, recordemos las bondades que Dios nos ha dado y para lo que hemos sido llamados y creados.

Para los solteros, anímense sabiendo que su soltería no es una maldición, sino un don de Dios. Es una oportunidad para dedicarte plenamente a servir al Señor sin las responsabilidades y distracciones del matrimonio. Acepta tu libertad y utilízala para glorificar a Dios con todo tu corazón y todas tus fuerzas. Tu soltería puede ser una poderosa plataforma para la obra del Reino, que te permita influir en los demás de formas que podrían ser más difíciles si estuvieras casado.

Para los casados, reconozcan que su matrimonio también es un don de Dios. Aunque tu matrimonio tenga dificultades, sirve como campo de entrenamiento para el crecimiento y el desarrollo del carácter. Dios trabaja a través de tu matrimonio para moldearte en lo que Él desea que seas. Tu unión con tu cónyuge puede ser un hermoso testimonio del amor de Cristo cuando ambos corazones están centrados en Dios.

Independientemente de nuestro estado actual, solteros o casados, debemos recordar que la gracia de Dios es suficiente para cualquier lucha a la que nos enfrentemos. Cuando entregamos nuestras debilidades al Señor, Él nos capacita. Así pues, confía en la suficiencia de Dios en cada circunstancia y apóyate en Él para obtener fortaleza.

Mientras navegamos por las complejidades de la vida, debemos evitar el descontento. Aunque es natural desear el matrimonio, los hijos u otros anhelos del corazón, nuestro deseo primordial debe ser glorificar a Dios. Si la soltería es el camino que Dios ha elegido para ti, busca la satisfacción de saber que Él es glorificado a través de tu obediencia y servicio. Si deseas el matrimonio, somete ese deseo al Señor y da prioridad a Su gloria sobre todo lo demás. Confía en que Él conoce los deseos más profundos de tu corazón y está obrando en todas las cosas para tu bien.

Seamos un pueblo que aspire a nuestro principal deseo: dar gloria a Dios en toda situación. Seamos solteros o casados, nuestra satisfacción y gozo deben estar arraigados en Él. Cuando estamos más satisfechos en Dios, Él está más glorificado en nosotros. Nuestra satisfacción no debe estar ligada a circunstancias externas, sino firmemente anclada en nuestra riqueza infinita en Jesucristo.

Así que, al concluir esta serie, recordemos que todos somos dotados por Dios, y nuestras vidas son una oportunidad para glorificarle en cualquier estado en que nos encontremos. En lugar de anhelar algo diferente, abracemos el don de nuestro estado actual y regocijémonos en las abundantes bendiciones de Dios. Que nuestras actitudes, mentalidad y forma de hablar sean un testimonio de satisfacción y alegría, que reflejen que Dios es más glorificado en nosotros cuando estamos más satisfechos. Vivamos como testimonios vivientes de la gracia y el amor de Dios, brillando intensamente como Sus preciosos dones para el mundo.

Este devocional se basó en un sermón de Richard Caldwell. Para escuchar este sermón y un episodio del Podcast Straight Truth relacionado con este mensaje, visita nuestro sitio web: https://straighttruth.net/questions-christians-have-about-singleness-dating-and-preparing-for-marriage/