¿Sueles Tener Problemas Con Las Personas?Muestra

“¿Qué hacer con los burladores y con los enseñables?”

Digamos que, otra persona te ha herido y su ofensa alcanza los niveles de lo que la Biblia describe como un burlón. El burlón o fanfarrón, hoy muy conocidos como los que hacen “bullying” o acosan a otros en colegios, universidades, en el trabajo; es una persona no enseñable, egoísta… el que se reconoce como un elefante en la habitación. Las Escrituras nos enseñan, que debemos reconocer y evitar reprender o corregir a un burlador. La razón, es porque un burlador, generalmente, describe a una persona que no se relaciona correctamente, no es enseñable. Estos versículos, ayudarán a reconocer y responder a un burlador, Judas 17-19.

Muchos hijos de Dios, viven pensando, que la mayoría de las relaciones son muy difíciles de resolver; sin embargo, la Biblia enseña lo opuesto. Únicamente el burlador, es a quien debes evitar. Aún en este contexto, ora por esa persona, y confía en el trabajo de Dios en su vida. Todas las demás relaciones, se pueden resolver, utilizando los principios bíblicos de reconciliación y restauración. 

Las Escrituras, dan un procedimiento claro, cuando lidiamos con hijos de Dios que han pecado. ¿Cómo podemos hacer un acercamiento con la persona? Los hijos de Dios, siempre deben ser amables en la confrontación. Puedes o no, siempre tener la razón en tu percepción de la situación. De hecho, una persona puede no ser pecadora. Sin embargo, si el pecado es aparente, hable con esa persona para que se arrepienta; esté dispuesto a perdonar y a ayudarlo de cualquier manera.

En ocasiones, una persona se rehusará a responder, apropiadamente, al requerimiento de reconciliación. Si ellos fallan en responder, después de dos solicitudes de restauración, entonces lleva la situación a la iglesia. Esto puede ser un pequeño grupo de ancianos, diáconos o un consejo disciplinario de tu congregación. Generalmente, cuando una persona peca en privado, repréndelo en privado y cuando la persona peca en público, repréndelo en público. Esto enseña a la iglesia local, las consecuencias del pecado, para que ellos aprendan cómo obedecer a Dios y restaurar a otros.

La Escrituras, enseñan que, cuando hay arrepentimiento, es decir cambio de comportamiento, se perdone a la persona. Cuando el arrepentimiento no ocurre, mantén tu distancia con esa persona, Romanos 16:17-18. En casos extremos de maldad, toda la congregación debe separarse de esa persona.