Mentalidad del reinoEjemplo

“Mente orientada a la dignificación del ser humano”

Es inaudito que en la comunidad portadora de la verdad transformadora de Jesús, su vida comunitaria sea algo poco relevante, aburrido y estático. Tenemos en nuestras manos la “buena noticia”, la verdad más impactante que existe y aun así muchas congregaciones sufren de estancamiento y lucen moribundas. 

Es inaceptable que nos relacionemos con el Creador de todo lo existente y que no se nos impregne su creatividad. No podemos dejar pasar excelentes oportunidades para compartir el mensaje de Dios en nuestro medio por estar aferrados a nuestra tradición, a nuestro legalismo y nuestra falta de innovación. 

Es imposible traducir el mensaje eterno al tiempo moderno con una mentalidad, estructura y programas de tiempos pasados. 

Necesitamos generar nuevos mecanismos que trasmitan el mismo mensaje que Jesús compartió de una manera fresca, actual, pertinente y nueva, cambiando la forma pero no el fondo. Debemos aprender a dar el mismo “regalo” pero en diferente envoltura.

Es muy importante en la sociedad actual, que la iglesia saque ventaja de las manifestaciones artísticas, culturales, deportivas y de cuanta forma pueda, para utilizarla como una oportunidad para compartir con otros el mensaje de esperanza, que Jesús nos ha dado. 

Debemos ser intencionales, honestos, objetivos y  prácticos en evaluar nuestros métodos y estrategias. Necesitamos dedicar tiempo, esfuerzo y energías, en volver a pensar en diferentes opciones y nuevas oportunidades para transmitir los valores del reino. 

La iglesia necesita estar en constante evaluación y creación de estrategias para cumplir con su misión en un mundo de constantes cambios, sólo de esa manera podrá ser efectiva y pertinente. 

Es una mente orientada hacia la dignificación del ser humano. Bajo esta forma de pensar, se comprende que, para Dios, el hombre es lo más importante en ésta tierra para llevar a cabo su propósito.

Reconoce que no hay ámbito de la vida, la existencia humana y del cosmos, que se escape del interés redentor de Dios, y debido a que la iglesia es el cuerpo de Cristo y el instrumento legal, por medio del cual Dios quiere afectar a todo el mundo, entonces los hijos del reino debemos cumplir con el rol de trabajar en la redención de todas las cosas conforme al propósito de Dios. Ese es nuestro papel en la misión, entendiendo que esta tarea, será completada plenamente con la venida de Cristo por segunda vez.