La Mayor MotivaciónMuestra

Vamos a reflexionar en un salmo maravilloso que nos habla sobre algunos motivos muy importantes que cada uno de nosotros debemos tener para darle gracias siempre a nuestro Dios. Y, si en este día pensabas que no tenías motivos para dar gracias el Señor te mostrará por lo menos cinco maravillosos motivos de agradecimiento.

Este salmo no podía ser de otro autor sino de aquel que tenía un corazón conforme al de Dios: el rey David, y si algo podemos decir del rey David es que siempre reconoció y agradeció las maravillas de Dios en su vida. Tenemos que tomar en cuenta el título del salmo: Acción de gracias por el favor de Jehová. Esto es muy importante porque muchas veces agradecemos más los favores que nos hacen los hombres y no somos agradecidos con los favores más grandes que son los que recibimos del Señor.

Pero, ¿sabemos lo que significa la palabra favor?:

Un favor es una ayuda, una asistencia que se presta de forma gratuita: Dios nos ayuda de manera gratuita y desinteresada, no como los hombres que siempre esperamos algo a cambio.

Un favor es un privilegio, una concesión que se recibe de una autoridad: un favor es un privilegio, si no somos agradecidos es porque no hemos reconocido lo privilegiados que somos de que el Señor nos haya ayudado en nuestra necesidad.

Ahora reflexionemos en el texto y veamos cuáles son esas 5 razones para dar gracias para dar gracias a nuestro Dios:

I) EL DÍA QUE CLAMAMOS NOS RESPONDIÓ EL SEÑOR (VS 3). Cuando te llamé, me respondiste; me infundiste ánimo y renovaste mis fuerzas.

Seguramente cuando le hemos pedido ayuda al hombre muchas veces hemos recibido alguna de estas respuestas: indiferencia, solo promesas, ayuda, pero interesada, ayuda, pero con burla y critica, palabras solo por salir del compromiso.

Pero, qué precioso es darnos cuenta de que cuando clamamos el Señor el sí nos responde con su amor y con su poder.

II) EL DÍA QUE LO BUSCAMOS EL SEÑOR NOS ATENDIÓ (VS 6). El Señor es excelso, pero toma en cuenta al humilde y reconoce de lejos al orgulloso.

Es maravilloso reconocer que el Señor atiende aun al que nadie quiere atender en este mundo, al que nadie quiere escuchar, al que todos quieren evitar.

Tenemos que agradecer que, aunque muchos no quisieron ni siquiera atendernos ni escucharnos, el Señor se tomó el tiempo de atender a nuestra necesidad y de ayudarnos.

III) EL SEÑOR NOS ANIMÓ EN TIEMPO DE ANGUSTIA (VS 7A). Aunque pase por grandes angustias, tú me darás vida.

El Señor nos dio lo que nadie nos podía dar en tiempo de angustia y de aflicción: ¡Nos dio ánimo y nos dio vida!

En tiempo de angustia nos pueden dar dinero, nos pueden dar medicinas, nos pueden presentar al gerente de un banco, nos pueden llevar a consulta con un especialista, etc. Pero solo el Señor nos dio lo que en la angustia necesitábamos: ¡El ánimo para seguir adelante!!

IV) EL SEÑOR NOS DEFIENDE Y PELEA POR NOSOTROS (VS 7 B). Contra el furor de mis enemigos extenderás la mano: ¡tu mano derecha me pondrá a salvo!

Es importante hacer notar que el versículo dice que el Señor no solamente nos defiende del enemigo, sino que el también extiende su mano contra él.

Tenemos que dar gracias porque tenemos un Padre Celestial que nos defiende y que también pelea por nosotros.

V) EL SEÑOR CUMPLIRÁ SUS BUENOS PROPÓSITOS EN NOSOTROS (VS 8). El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de tus manos!

Qué maravilloso es reconocer que, a pesar de las circunstancias, a pesar de los problemas, Dios cumplirá sus propósitos de bendición sobre nuestra vida.

Aunque aún no veamos la obra completa en nuestra vida, podemos dar gracias desde ya por fe. Porque Él está obrando, porque Él está trabajando en nuestra vida, tenemos que sentirnos confiados y agradecidos de que el que comenzó la buena obra en nosotros la terminara (Filipenses 1:6). Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.