Corro a TiMuestra
Correr hacia la bendición.
El siervo de Abraham, fiel servidor, había sido asignado a una misión sumamente especial: conseguir una buena esposa para su amo Isaac, que era el hijo de Abraham, quién estaba ya en edad de casarse. Aquel siervo tenía que conseguirla de entre la parentela de Abraham y no de las hijas de Canaán, ya que el deseo de Abraham era darle a su hijo una esposa que tuviera en su corazón el temor de Dios. El siervo emprendió el largo viaje hasta llegar a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor. Él oró así : Señor, haz que la mujer a quien yo le pida agua y me dé de beber y le dé también de beber a mis camellos sea la que tú escogiste para mi amo. Mientras el siervo oraba, una bella joven de nombre Rebeca, hija de Betuel, se aproximaba, el siervo lleno de fe corrió de inmediato hacia ella, le pidió de beber y ella con excelente ánimo comenzó a sacar agua del pozo con su cántaro para dar de tomar agua al siervo forastero y a toda su caravana de camellos. ¡La oración del siervo había sido escuchada!
Muchas veces le pedimos cosas a Dios, pero no corremos con fe hacia nuestras bendiciones, hay milagros que ya están ahí, provisiones que ya fueron soltadas para nosotros, cuando veas el primer indicio de lo que has pedido, cree que tu respuesta llego, corre hacia ella y no la dejes ir. Necesitamos correr por fe hacia la bendición para obtenerla tal como lo hizo el siervo de Abraham. Dios hizo su parte, el siervo tenía que hacer la suya, correr y hablar, sin temor, y la respuesta dada se hizo evidente, lo mismo debemos hacer nosotros.
Escrituras
Acerca de este Plan
"Corro a Ti," una canción de "Queremos Ver Tu Gloria", afirma que durante los desafíos, Dios nos moldea. Zachiel con convicción nos recuerda que solo encontramos refugio en la presencia del Señor. Cada vez que la cantamos, nuestra alma se reconecta con el trono de Dios, un refugio siempre accesible.
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