Corro a TiMuestra

Un lugar a dónde podemos correr

Una torre solía ser un lugar seguro cuando se libraban encarnizadas batallas en la antigüedad, quién estaba resguardado ahí, difícilmente podría ser tomado por un enemigo. La torre de una muralla estaba construida de fuertes materiales, grandes piedras eran traídas para edificar la fortaleza de una ciudad con su torre, que se podía ver desde lejos.

La Biblia dice que el nombre del Señor es una torre fuerte para su pueblo, es un refugio donde podemos resguardarnos. Pero, ¿cómo es esto de que podemos escondernos en un nombre? Para los judíos el nombre solía tener muchísima importancia, pues bien era sabido que en el nombre estaba implícito el destino de una persona. Cada vez que Dios mandó a alguien a la tierra con todo y nombre, esa persona tenía un propósito muy especial. Cuando Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, se encargó de hacerle saber a María cual debería ser el nombre del niño, su nombre debía ser Jesús, que significa Salvación.

La Biblia dice que este nombre está situado sobre todos los demás nombres que existen en todo lo creado. Es como llegar a una gran empresa y decir: vengo de parte del dueño, soy su amigo, y al mencionar su nombre, de inmediato te abrirían la puerta. Pues si tal persona te envía y eres su cercano, ¿quién podría cerrarte la puerta?

La Biblia dice que nosotros podemos llegar al mismísimo trono de Dios amparados en el nombre de Jesus. Este nombre es aceptado y grato a Dios, es el nombre que todo lo cambia, es el nombre que hace que el Padre sonría. En este nombre se abren puertas, en este nombre huyen demonios y el mismo infierno tiembla.

Hay un nombre poderoso que espera ser invocado por un corazón que cree, para ser salvo y rescatado, es el nombre de Jesús. Todo aquel que invocara el nombre del Señor ...¡será salvo! Corre con fe a esa Torre fuerte.....¡En su nombre siempre vencerás!