En La Búsqueda De La Voluntad De DiosMuestra
Es clave entender que, cuando buscamos la voluntad de Dios, especialmente en decisiones cruciales, nos enfrentamos a preguntas fundamentales. Preguntas que sí o sí, debemos hacernos para comprender la soberanía divina y nuestro libre albedrío. Por tanto, es esencial explorar dos aspectos claves de Su plan:
1) Lo que Él ha determinado que sucederá y lo que desea que ocurra. La voluntad decidida de Dios, (soberana y determinante), abarca sus planes inevitables, inmutables y completos, diseñados para traerle a Él, gloria y alabanza. Es por esto que nuestro estudio anterior asegura que todas las cosas nos ayudan a bien; es decir cumplen con el propósito de glorificar a Dios, siempre y cuando le amemos.
Estos planes no son exclusivos para eventos globales, sino que también se extienden a nosotros individualmente (Salmo 139:16). Porque Él quiere que como hijos suyos, le demos gloria y honra con nuestra vida y manera de vivir.
En Efesios 2:10, se revela que somos Su obra maestra, creados en Cristo Jesús para realizar buenas obras que Él ha preparado de antemano para nosotros. Dios nos equipa con dones, talentos y habilidades únicas para impactar el mundo para Él (1 Corintios 12:7). Si no usamos estos dones para honrarlo a Él, sino para obtener algún provecho propio, le estaremos al final de cuantas, robando Su gloria y por defecto, deshonrandolo
2) Por otro lado, la voluntad deseada de Dios, (La permisiva y participativa), se manifiesta en nuestra vida diaria. Por amor, aquí y ahora, por gracia, Dios nos permite siempre, tener la libertad de elegir y ejercer nuestro libre albedrío al obedecerle o no. Recuerdas..."Mira, Yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal." (Dut. 30:15-19). Aquí cobra vital importancia, ser hombres y mujeres de la Biblía porque en ella se nos deja saber qué es lo que Dios espera de nosotros casi que a díario. Esta voluntad implica poder darle a Dios la posibilidad (En nuestra volutad) de participar en nuestras decisiones diarias, y al final poder reconocer Su Señorio sobre nuestros caminos (Sal. 32:8)
3) Mientras que la voluntad decidida de Dios, es inmutable. La deseada por Dios se revela en las circunstancias cotidianas, exigiendo que tomemos decisiones basadas en nuestra relación con Él (Desiciones, morales y eticas). Entendiendo al final que en cada decisión no solo traé sus consecuencias en este plano de la ecuación, si no que tambien, le damos gloria o no a nuestro Padre Celestial. Al final, si buscamos Su dirección y deseamos hacer Su voluntad, podemos confiar en Su promesa de guiarnos.
Jesús nos anima a pedir, buscar y llamar, asegurándonos que aquellos que buscan, encuentran, y quienes piden, reciben (Mateo 7:7-8).
Como Padre celestial, Dios desea que busquemos Su guía, y Él se compromete a revelarnos lo que es bueno para nosotros (Mateo 7:11).
Incluso cuando la voluntad de Dios no esté clara de inmediato, podemos encontrar consuelo en que "Dios es quien obra en nosotros, tanto el querer como el hacer, por Su beneplácito" (Filipenses 2:13).
Él asume la responsabilidad de guiarnos a través de la incertidumbre, moviendo cielo y tierra para revelarnos Su voluntad en el momento oportuno.
Recuerda, nuestra parte en la búsqueda de la voluntad de Dios, al final de cuentas es querer o no, estar dispuestos a obedecerla. Porque Él siempre esta dispuesto a mostrarnos y darnos lo mejor de Él.
¡Medita en esto!
Acerca de este Plan
Frecuentemente escuchamos que Dios tiene un plan para nuestras vidas, y se nos anima a buscarlo, abrazarlo y vivirlo, casi que de esto depende nuestro futuro. Sin embargo, debemos considerar que en oportunidades esta verdad puede generar más preguntas que respuestas. Sea cual sea tu perspectiva sobre este tema, es imperativo que sepas qué enseña la Biblia al respecto.
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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://conectar.conociendoadios.net/