Devocional Del Día | FebreroMuestra
Seamos agradecidos
Job 1:6-22 NTV
Un día los miembros de la corte celestial llegaron para presentarse delante del Señor, y el Acusador, Satanás, vino con ellos. El Señor le preguntó a Satanás: —¿De dónde vienes? Satanás contestó al Señor: —He estado recorriendo la tierra, observando todo lo que ocurre. Entonces el Señor preguntó a Satanás: —¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal. Satanás le respondió al Señor: —Sí, pero Job tiene una buena razón para temer a Dios: siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que es! Así que extiende tu mano y quítale todo lo que tiene, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara! —Muy bien, puedes probarlo —dijo el Señor a Satanás—. Haz lo que quieras con todo lo que posee, pero no le hagas ningún daño físico. Entonces Satanás salió de la presencia del Señor. Un día cuando los hijos y las hijas de Job celebraban en casa del hermano mayor, llegó un mensajero a casa de Job con las siguientes noticias: «Sus bueyes estaban arando y los burros comiendo a su lado, cuando los sabeos nos asaltaron. Robaron todos los animales y mataron a los trabajadores, y yo soy el único que escapó para contárselo». Mientras este mensajero todavía hablaba, llegó otro con esta noticia: «Cayó del cielo el fuego de Dios y calcinó a las ovejas y a todos los pastores; yo soy el único que escapó para contárselo». Mientras este mensajero todavía hablaba, llegó un tercero con esta noticia: «Tres bandas de saqueadores caldeos robaron sus camellos y mataron a los sirvientes; yo soy el único que escapó para contárselo». No había terminado de hablar el tercer mensajero cuando llegó otro con esta noticia: «Sus hijos e hijas estaban festejando en casa del hermano mayor y, de pronto, un fuerte viento del desierto llegó y azotó la casa por los cuatro costados. La casa se vino abajo y todos ellos murieron; yo soy el único que escapó para contárselo». Job se levantó y rasgó su vestido en señal de dolor; después se rasuró la cabeza y se postró en el suelo para adorar y dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo estaré cuando me vaya. El Señor me dio lo que tenía, y el Señor me lo ha quitado. ¡Alabado sea el nombre del Señor!». A pesar de todo, Job no pecó porque no culpó a Dios.
Job era un hombre justo, intachable y tenía temor de Dios, que a pesar de haberlo perdido todo, no culpó a Dios por ello.
Han pasado 33 días de este nuevo año y nos quedan 333 por transcurrir, y es un buen tiempo para comenzar a ser agradecidos con Dios por todo.
Job es un ejemplo que nos muestra que en medio de la adversidad debemos creer que Dios está con nosotros, en Job 42:5 dice: De oídas te había oído; más ahora mis ojos te ven.
Salmos 90:12 dice Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.
Medita: ¿Tiendo a ser agradecido con Dios aún en medio de la tribulación?
Escrituras
Acerca de este Plan
Cada día estamos leyendo la Palabra de Dios como comunidad, teniendo un plan de lectura para lograr leerla en un año. Tendremos un pasaje central; el cual será enseñado y explicado para lograr meditar y comprenderlo. De igual forma, tendremos una frase para meditar diariamente que nos ayudará en nuestro crecimiento espiritual.
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Nos gustaría agradecer a Isai González por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/piedraangulartv