Serás SanadoMuestra

Serás sanado

Llorar ayuda a que el alma se purifique y haga como una configuración de reiniciar nuestras emociones, sentimientos. Muchas veces lloramos de tristeza, pero también de alegría, de dolor entre otras más. Pero llorar en la Presencia de Dios, es la experiencia más hermosa y única que podamos experimentar. No porque no sea con todo lo anterior mencionado, pero si te puedo asegurar que es totalmente diferente. Es un lloro que trae sanidad, trae libertad y nos trae un desahogo desde lo más profundo de nuestro interior. Es algo que puedes hacerlo las veces que sea necesario en Su presencia y no eres el mismo en cada una de ellas, así sean horas, minutos o días de diferencia en la que lo puedas vivir.

En un momento dado de mi vida todo lo que me llenaba de enojo, tristeza e incluso alegría lo destacaba con lágrimas. Y eran de esas que uno no podía decir palabras y solo llorar y escuchar el llanto de tu niño interior buscando un consuelo. Consuelo que Cristo llena en nuestro corazón constantemente para alivianar nuestra carga. Hubo momentos de decepción en las que esperaba palabras de aliento y compresión, pero solo podía recirbir rechazo y/o señalamientos. Al estar de rodillas, recostada o sentada en frente al Trono de la Gracia de Dios, delante de ese Poderoso Gigante que me esperaba siempre con brazos abiertos para llenarme de un amor sin descripción, pero que no era hueco ni vacío. Que me decía no estás sola, no estás en el olvido yo escucho cada lágrima y cada grito de tu interior pidiendo auxilio. Muchas veces gritaba en silencio por justicia, por compresión y hasta solamente pedía entendimiento y empatía. Dios me enseña que todo eso ya fue entregado, solo tenia que echar mis emociones a un lado para poder ver lo que estaba a mi favor.