Después De La Luna De Miel— Devocional Para Recién CasadosMuestra

La comunicación abarca no sólo lo que decimos con palabras sino también, lo que decimos con acciones. Todo lo que somos, lo que decimos y lo que hacemos comunica algo.

Hoy queremos detenernos a reflexionar sobre nuestras palabras.

Es de público conocimiento, que las mujeres normalmente disfrutan de conversar a todas horas, y a los hombres, muchas veces les cuesta expresarse con sus palabras. Esto, ocasionalmente, genera roces en la relación.

La buena comunicación es clave para una relación sana. Un matrimonio que aprende a comunicarse y a lograr acuerdos se fortalece.

Gary Chapman menciona en su libro: “Cuando me siento en la sala con mi esposa, y le doy veinte minutos de mi atención completa—y lo mismo hace ella—, nos estamos dando el uno al otro veinte minutos de vida. Nunca tendremos esos veinte minutos otra vez; nos estamos dando nuestras vidas el uno al otro. Eso es un poderoso comunicador de amor.“

Aparten momentos para conversar juntos, con un café, un mate, o como les guste. De esta forma, no sólo se están comunicando con palabras, sino que con acciones comunican interés, apreciación y entrega.

Los invitamos a que hoy puedan reflexionar sobre su comunicación.

¿Qué estoy expresando a mi cónyuge con mis palabras y mis acciones? ¿Cómo es mi forma de hablar? ¿Demuestro apreciación con mis palabras y acciones? ¿Estoy hablando palabras de vida y bendición sobre mi cónyuge?