Después De La Luna De Miel— Devocional Para Recién CasadosMuestra

En la relación sexual nos entregamos por completo a la otra persona, en cuerpo, mente, alma y espíritu. Es algo tan intenso, tan puro y tan sagrado, que Dios lo creó para que pueda disfrutarse en el marco seguro del matrimonio.

Hoy en día nuestra sexualidad es influencia por muchas fuentes, los medios de comunicación, conceptos de nuestros antepasados o nuestros amigos. Si Dios creó el sexo, nadie mejor que su Manual de Vida para enseñarnos cómo funciona su diseño.

En el libro “Amar Es Para Valientes”, Itiel Arroyo menciona: “Las mejores cosas de la creación de Dios se corrompen cuando dejan de servir a los propósitos para las cuales fueron diseñadas y terminan sirviéndose a sí mismas.”

Una frase que hemos escuchado en charlas de sexualidad de nuestros pastores es: “Hacemos el amor desde el primer minuto del día.” (¡Espera! ja ja)

Contrario a lo que el mundo nos dice, el sexo no es el fin, sino un medio por el cual expresamos amor a nuestro cónyuge. Si durante el día utilizamos palabras ásperas, malos tratos, desinterés, y al finalizar día esperamos tener un romántico encuentro, ¿Crees que el amor y el placer estarán presentes?

Gary Thomas escribió:

«Sin duda, el sexo tiene que ver con el contacto físico, pero se trata de mucho más que eso. Se trata de lo que está sucediendo dentro de nosotros. Desarrollar una vida sexual satisfactoria significa que me preocupo más por llevar generosidad y servicio a la cama que por llevar un cuerpo musculoso. Significa que veo a mi esposa como un templo santo de Dios, no solo como un cuerpo humano tentador. Incluso significa que el sexo se convierte en una forma de oración física, una imagen de intimidad celestial que compite con la shekiná de la gloria de la antigüedad».

Algunos consejos:

1. Tómense un tiempo para orar juntos y pídanle a Dios que les ayude a entender su diseño de la sexualidad, que los ayude a verse, amarse y honrarse de manera que Cristo sea glorificado.
2. Generen intimidad. Hablen entre ustedes, pregúntense qué les gusta, qué les hace sentir cómodos, busquen el placer del otro. Compartan sus inseguridades o inquietudes.
3. Sean intencionales para expresarse amor a lo largo del día. Sean amables el uno con el otro, sorpréndanse con detalles, hagan algo espontáneo, cualquier gesto romántico que le haga saber a su cónyuge que piensa en él/ella.