Permaneciendo en NavidadMuestra

"Permaneciendo en la Navidad: Pensamientos diarios de Adviento" por Bryan Craig

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no es condenado, pero el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y este es el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo el que hace lo malo aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean descubiertas. Pero el que hace la verdad viene a la luz, para que se vea claramente que sus obras han sido realizadas en Dios" (Juan 3:16-21).

Este es el último día de Adviento. Mañana celebramos el cumpleaños de Jesús. Espero que hayas disfrutado de este viaje a Jesús. Esperamos que estos pensamientos diarios hayan estimulado tu corazón y hayan mantenido tus ojos en el premio esta Navidad. Jesucristo, el Hijo de Dios, vino a la tierra para darnos vida eterna en el cielo una vez que muramos. Dios no quería que fuéramos condenados al infierno por toda la eternidad, sino que quería salvarnos y restaurar la relación duradera con nosotros que tenía en el principio. Tristemente, en nuestro pasaje de las Escrituras, Juan nos dice que algunos amarán más las tinieblas que la luz.

Como embajador de Dios, uno de Sus hijos, uno que camina con Su Espíritu, siento Su amor por ti en este momento. En Su nombre, les imploro que reciban este regalo de Navidad gratuito de Su Hijo, Jesús.

APLICACIÓN: Romanos 10:9 dice: "Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo". ¿Puedes simplemente humillarte esta Navidad? y decir: “Creo en Ti, Jesús, que Tú eres el Señor, creo que moriste en la cruz por mis pecados. Creo que resucitaste de entre los muertos para mostrarme que esta vida no es el final. Jesús, quiero estar en el paraíso contigo algún día. Por favor, sálvame". Si oraste esto, tu viaje hacia el Adviento este año puede estar terminando, pero la aventura más grande de tu vida recién comienza.