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Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bk1JN">
 <div class="chapter ch2" data-usfm="1JN.2">
 <div class="label">2</div><div class="s">Cristo, nuestro abogado</div><div class="p"> 1Hijitos m&#237;os, estas cosas os escribo para que no pequ&#233;is; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2Y &#233;l es la propiciaci&#243;n por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino tambi&#233;n por los de todo el mundo. 3Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. 4El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no est&#225; en &#233;l; 5pero el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en &#233;l. 6El que dice que permanece en &#233;l, debe andar como &#233;l anduvo.</div><div class="s">El nuevo mandamiento</div><div class="p"> 7Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo,#Jn. 13.34. sino el mandamiento antiguo que hab&#233;is tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que hab&#233;is o&#237;do desde el principio. 8Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en &#233;l y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. 9El que dice que est&#225; en la luz, y aborrece a su hermano, est&#225; todav&#237;a en tinieblas. 10El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en &#233;l no hay tropiezo. 11Pero el que aborrece a su hermano est&#225; en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a d&#243;nde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.</div><div class="p"> 12Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. 13Os escribo a vosotros, padres, porque conoc&#233;is al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, j&#243;venes, porque hab&#233;is vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque hab&#233;is conocido al Padre. 14Os he escrito a vosotros, padres, porque hab&#233;is conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, j&#243;venes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y hab&#233;is vencido al maligno.</div><div class="p"> 15No am&#233;is al mundo, ni las cosas que est&#225;n en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no est&#225; en &#233;l. 16Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.</div><div class="s">El anticristo</div><div class="p"> 18Hijitos, ya es el &#250;ltimo tiempo; y seg&#250;n vosotros o&#237;steis que el anticristo viene, as&#237; ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el &#250;ltimo tiempo. 19Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habr&#237;an permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. 20Pero vosotros ten&#233;is la unci&#243;n del Santo, y conoc&#233;is todas las cosas. 21No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conoc&#233;is, y porque ninguna mentira procede de la verdad. 22&#191;Qui&#233;n es el mentiroso, sino el que niega que Jes&#250;s es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. 23Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene tambi&#233;n al Padre. 24Lo que hab&#233;is o&#237;do desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que hab&#233;is o&#237;do desde el principio permanece en vosotros, tambi&#233;n vosotros permanecer&#233;is en el Hijo y en el Padre. 25Y esta es la promesa que &#233;l nos hizo, la vida eterna.</div><div class="p"> 26Os he escrito esto sobre los que os enga&#241;an. 27Pero la unci&#243;n que vosotros recibisteis de &#233;l permanece en vosotros, y no ten&#233;is necesidad de que nadie os ense&#241;e; as&#237; como la unci&#243;n misma os ense&#241;a todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, seg&#250;n ella os ha ense&#241;ado, permaneced en &#233;l.</div><div class="p"> 28Y ahora, hijitos, permaneced en &#233;l, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de &#233;l avergonzados. 29Si sab&#233;is que &#233;l es justo, sabed tambi&#233;n que todo el que hace justicia es nacido de &#233;l.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bk2CH">
 <div class="chapter ch19" data-usfm="2CH.19">
 <div class="label">19</div><div class="s">El profeta Jeh&#250; amonesta a Josafat</div><div class="p"> 1Josafat rey de Jud&#225; volvi&#243; en paz a su casa en Jerusal&#233;n. 2Y le sali&#243; al encuentro el vidente Jeh&#250; hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: &#191;Al imp&#237;o das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehov&#225;? Pues ha salido de la presencia de Jehov&#225; ira contra ti por esto. 3Pero se han hallado en ti buenas cosas, por cuanto has quitado de la tierra las im&#225;genes de Asera, y has dispuesto tu coraz&#243;n para buscar a Dios.</div><div class="s">Josafat nombra jueces</div><div class="p"> 4Habit&#243;, pues, Josafat en Jerusal&#233;n; pero daba vuelta y sal&#237;a al pueblo, desde Beerseba hasta el monte de Efra&#237;n, y los conduc&#237;a a Jehov&#225; el Dios de sus padres. 5Y puso jueces en todas las ciudades fortificadas de Jud&#225;, por todos los lugares. 6Y dijo a los jueces: Mirad lo que hac&#233;is; porque no juzg&#225;is en lugar de hombre, sino en lugar de Jehov&#225;, el cual est&#225; con vosotros cuando juzg&#225;is. 7Sea, pues, con vosotros el temor de Jehov&#225;; mirad lo que hac&#233;is, porque con Jehov&#225; nuestro Dios no hay injusticia, ni acepci&#243;n de personas, ni admisi&#243;n de cohecho.</div><div class="p"> 8Puso tambi&#233;n Josafat en Jerusal&#233;n a algunos de los levitas y sacerdotes, y de los padres de familias de Israel, para el juicio de Jehov&#225; y para las causas. Y volvieron a Jerusal&#233;n. 9Y les mand&#243; diciendo: Proceder&#233;is asimismo con temor de Jehov&#225;, con verdad, y con coraz&#243;n &#237;ntegro. 10En cualquier causa que viniere a vosotros de vuestros hermanos que habitan en las ciudades, en causas de sangre, entre ley y precepto, estatutos y decretos, les amonestar&#233;is que no pequen contra Jehov&#225;, para que no venga ira sobre vosotros y sobre vuestros hermanos. Haciendo as&#237;, no pecar&#233;is. 11Y he aqu&#237;, el sacerdote Amar&#237;as ser&#225; el que os presida en todo asunto de Jehov&#225;, y Zebad&#237;as hijo de Ismael, pr&#237;ncipe de la casa de Jud&#225;, en todos los negocios del rey; tambi&#233;n los levitas ser&#225;n oficiales en presencia de vosotros. Esforzaos, pues, para hacerlo, y Jehov&#225; estar&#225; con el bueno.</div>
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 <div class="chapter ch20" data-usfm="2CH.20">
 <div class="label">20</div><div class="s">Victoria sobre Moab y Am&#243;n</div><div class="p"> 1Pasadas estas cosas, aconteci&#243; que los hijos de Moab y de Am&#243;n, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra. 2Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aqu&#237; est&#225;n en Hazezon-tamar, que es En-gadi. 3Entonces &#233;l tuvo temor; y Josafat humill&#243; su rostro para consultar a Jehov&#225;, e hizo pregonar ayuno a todo Jud&#225;. 4Y se reunieron los de Jud&#225; para pedir socorro a Jehov&#225;; y tambi&#233;n de todas las ciudades de Jud&#225; vinieron a pedir ayuda a Jehov&#225;.</div><div class="p"> 5Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Jud&#225; y de Jerusal&#233;n, en la casa de Jehov&#225;, delante del atrio nuevo; 6y dijo: Jehov&#225; Dios de nuestros padres, &#191;no eres t&#250; Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? &#191;No est&#225; en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista? 7Dios nuestro, &#191;no echaste t&#250; los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo#Is. 41.8; Stg. 2.23. para siempre? 8Y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella santuario a tu nombre, diciendo: 9Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti (porque tu nombre est&#225; en esta casa), y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y t&#250; nos oir&#225;s y salvar&#225;s. 10Ahora, pues, he aqu&#237; los hijos de Am&#243;n y de Moab, y los del monte de Seir, a cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando ven&#237;a de la tierra de Egipto,#Dt. 2.4-19. sino que se apartase de ellos, y no los destruyese; 11he aqu&#237; ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad que t&#250; nos diste en posesi&#243;n. 12&#161;Oh Dios nuestro! &#191;no los juzgar&#225;s t&#250;? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qu&#233; hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.</div><div class="p"> 13Y todo Jud&#225; estaba en pie delante de Jehov&#225;, con sus ni&#241;os y sus mujeres y sus hijos. 14Y estaba all&#237; Jahaziel hijo de Zacar&#237;as, hijo de Bena&#237;a, hijo de Jeiel, hijo de Matan&#237;as, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el Esp&#237;ritu de Jehov&#225; en medio de la reuni&#243;n; 15y dijo: O&#237;d, Jud&#225; todo, y vosotros moradores de Jerusal&#233;n, y t&#250;, rey Josafat. Jehov&#225; os dice as&#237;: No tem&#225;is ni os amedrent&#233;is delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. 16Ma&#241;ana descender&#233;is contra ellos; he aqu&#237; que ellos subir&#225;n por la cuesta de Sis, y los hallar&#233;is junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel. 17No habr&#225; para qu&#233; pele&#233;is vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvaci&#243;n de Jehov&#225; con vosotros. Oh Jud&#225; y Jerusal&#233;n, no tem&#225;is ni desmay&#233;is; salid ma&#241;ana contra ellos, porque Jehov&#225; estar&#225; con vosotros.#Dt. 20.1-4.</div><div class="p"> 18Entonces Josafat se inclin&#243; rostro a tierra, y asimismo todo Jud&#225; y los moradores de Jerusal&#233;n se postraron delante de Jehov&#225;, y adoraron a Jehov&#225;. 19Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Cor&#233;, para alabar a Jehov&#225; el Dios de Israel con fuerte y alta voz.</div><div class="p"> 20Y cuando se levantaron por la ma&#241;ana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos sal&#237;an, Josafat, estando en pie, dijo: O&#237;dme, Jud&#225; y moradores de Jerusal&#233;n. Creed en Jehov&#225; vuestro Dios, y estar&#233;is seguros; creed a sus profetas, y ser&#233;is prosperados. 21Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehov&#225;, vestidos de ornamentos sagrados, mientras sal&#237;a la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehov&#225;, porque su misericordia es para siempre. 22Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehov&#225; puso contra los hijos de Am&#243;n, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que ven&#237;an contra Jud&#225;, y se mataron los unos a los otros. 23Porque los hijos de Am&#243;n y Moab se levantaron contra los del monte de Seir para matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado con los del monte de Seir, cada cual ayud&#243; a la destrucci&#243;n de su compa&#241;ero.</div><div class="p"> 24Y luego que vino Jud&#225; a la torre del desierto, miraron hacia la multitud, y he aqu&#237; yac&#237;an ellos en tierra muertos, pues ninguno hab&#237;a escapado. 25Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los cad&#225;veres muchas riquezas, as&#237; vestidos como alhajas preciosas, que tomaron para s&#237;, tantos, que no los pod&#237;an llevar; tres d&#237;as estuvieron recogiendo el bot&#237;n, porque era mucho. 26Y al cuarto d&#237;a se juntaron en el valle de Beraca; porque all&#237; bendijeron a Jehov&#225;, y por esto llamaron el nombre de aquel paraje el valle de Beraca,#20.26 Esto es, Bendici&#243;n. hasta hoy. 27Y todo Jud&#225; y los de Jerusal&#233;n, y Josafat a la cabeza de ellos, volvieron para regresar a Jerusal&#233;n gozosos, porque Jehov&#225; les hab&#237;a dado gozo libr&#225;ndolos de sus enemigos. 28Y vinieron a Jerusal&#233;n con salterios, arpas y trompetas, a la casa de Jehov&#225;. 29Y el pavor de Dios cay&#243; sobre todos los reinos de aquella tierra, cuando oyeron que Jehov&#225; hab&#237;a peleado contra los enemigos de Israel. 30Y el reino de Josafat tuvo paz, porque su Dios le dio paz por todas partes.</div><div class="s">Resumen del reinado de Josafat</div><div class="r">(1 R. 22.41-50)</div><div class="p"> 31As&#237; rein&#243; Josafat sobre Jud&#225;; de treinta y cinco a&#241;os era cuando comenz&#243; a reinar, y rein&#243; veinticinco a&#241;os en Jerusal&#233;n. El nombre de su madre fue Azuba, hija de Silhi. 32Y anduvo en el camino de Asa su padre, sin apartarse de &#233;l, haciendo lo recto ante los ojos de Jehov&#225;. 33Con todo eso, los lugares altos no fueron quitados; pues el pueblo a&#250;n no hab&#237;a enderezado su coraz&#243;n al Dios de sus padres.</div><div class="p"> 34Los dem&#225;s hechos de Josafat, primeros y postreros, he aqu&#237; est&#225;n escritos en las palabras de Jeh&#250; hijo de Hanani, del cual se hace menci&#243;n en el libro de los reyes de Israel.</div><div class="p"> 35Pasadas estas cosas, Josafat rey de Jud&#225; trab&#243; amistad con Ocoz&#237;as rey de Israel, el cual era dado a la impiedad, 36e hizo con &#233;l compa&#241;&#237;a para construir naves que fuesen a Tarsis; y construyeron las naves en Ezi&#243;n-geber. 37Entonces Eliezer hijo de Dodava, de Maresa, profetiz&#243; contra Josafat, diciendo: Por cuanto has hecho compa&#241;&#237;a con Ocoz&#237;as, Jehov&#225; destruir&#225; tus obras. Y las naves se rompieron, y no pudieron ir a Tarsis.</div>
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