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Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bk1JN">
 <div class="chapter ch4" data-usfm="1JN.4">
 <div class="label">4</div><div class="s">El Esp&#237;ritu de Dios y el esp&#237;ritu del anticristo</div><div class="p"> 1Amados, no cre&#225;is a todo esp&#237;ritu, sino probad los esp&#237;ritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 2En esto conoced el Esp&#237;ritu de Dios: Todo esp&#237;ritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3y todo esp&#237;ritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el esp&#237;ritu del anticristo, el cual vosotros hab&#233;is o&#237;do que viene, y que ahora ya est&#225; en el mundo. 4Hijitos, vosotros sois de Dios, y los hab&#233;is vencido; porque mayor es el que est&#225; en vosotros, que el que est&#225; en el mundo. 5Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. 6Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el esp&#237;ritu de verdad y el esp&#237;ritu de error.</div><div class="s">Dios es amor</div><div class="p"> 7Amados, am&#233;monos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 9En esto se mostr&#243; el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envi&#243; a su Hijo unig&#233;nito al mundo, para que vivamos por &#233;l. 10En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que &#233;l nos am&#243; a nosotros, y envi&#243; a su Hijo en propiciaci&#243;n por nuestros pecados. 11Amados, si Dios nos ha amado as&#237;, debemos tambi&#233;n nosotros amarnos unos a otros. 12Nadie ha visto jam&#225;s a Dios.#Jn. 1.18. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.</div><div class="p"> 13En esto conocemos que permanecemos en &#233;l, y &#233;l en nosotros, en que nos ha dado de su Esp&#237;ritu. 14Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. 15Todo aquel que confiese que Jes&#250;s es el Hijo de Dios, Dios permanece en &#233;l, y &#233;l en Dios. 16Y nosotros hemos conocido y cre&#237;do el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en &#233;l. 17En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el d&#237;a del juicio; pues como &#233;l es, as&#237; somos nosotros en este mundo. 18En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en s&#237; castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 19Nosotros le amamos a &#233;l, porque &#233;l nos am&#243; primero. 20Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, &#191;c&#243;mo puede amar a Dios a quien no ha visto? 21Y nosotros tenemos este mandamiento de &#233;l: El que ama a Dios, ame tambi&#233;n a su hermano.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bk2CH">
 <div class="chapter ch23" data-usfm="2CH.23">
 <div class="label">23</div><div class="p"> 1En el s&#233;ptimo a&#241;o se anim&#243; Joiada, y tom&#243; consigo en alianza a los jefes de centenas Azar&#237;as hijo de Jeroham, Ismael hijo de Johan&#225;n, Azar&#237;as hijo de Obed, Maas&#237;as hijo de Ada&#237;a, y Elisafat hijo de Zicri, 2los cuales recorrieron el pa&#237;s de Jud&#225;, y reunieron a los levitas de todas las ciudades de Jud&#225; y a los pr&#237;ncipes de las familias de Israel, y vinieron a Jerusal&#233;n. 3Y toda la multitud hizo pacto con el rey en la casa de Dios. Y Joiada les dijo: He aqu&#237; el hijo del rey, el cual reinar&#225;, como Jehov&#225; ha dicho respecto a los hijos de David.#2 S. 7.12. 4Ahora haced esto: una tercera parte de vosotros, los que entran el d&#237;a de reposo,#23.4 Aqu&#237; equivale a s&#225;bado. estar&#225;n de porteros con los sacerdotes y los levitas. 5Otra tercera parte, a la casa del rey; y la otra tercera parte, a la puerta del Cimiento; y todo el pueblo estar&#225; en los patios de la casa de Jehov&#225;. 6Y ninguno entre en la casa de Jehov&#225;, sino los sacerdotes y levitas que ministran; estos entrar&#225;n, porque est&#225;n consagrados; y todo el pueblo har&#225; guardia delante de Jehov&#225;. 7Y los levitas rodear&#225;n al rey por todas partes, y cada uno tendr&#225; sus armas en la mano; cualquiera que entre en la casa, que muera; y estar&#233;is con el rey cuando entre y cuando salga.</div><div class="p"> 8Y los levitas y todo Jud&#225; lo hicieron todo como lo hab&#237;a mandado el sacerdote Joiada; y tom&#243; cada jefe a los suyos, los que entraban el d&#237;a de reposo,#23.8 Aqu&#237; equivale a s&#225;bado. y los que sal&#237;an el d&#237;a de reposo;#23.8 Aqu&#237; equivale a s&#225;bado. porque el sacerdote Joiada no dio licencia a las compa&#241;&#237;as. 9Dio tambi&#233;n el sacerdote Joiada a los jefes de centenas las lanzas, los paveses y los escudos que hab&#237;an sido del rey David, y que estaban en la casa de Dios; 10y puso en orden a todo el pueblo, teniendo cada uno su espada en la mano, desde el rinc&#243;n derecho del templo hasta el izquierdo, hacia el altar y la casa, alrededor del rey por todas partes. 11Entonces sacaron al hijo del rey, y le pusieron la corona y el testimonio, y lo proclamaron rey; y Joiada y sus hijos lo ungieron, diciendo luego: &#161;Viva el rey!</div><div class="p"> 12Cuando Atal&#237;a oy&#243; el estruendo de la gente que corr&#237;a, y de los que aclamaban al rey, vino al pueblo a la casa de Jehov&#225;; 13y mirando, vio al rey que estaba junto a su columna a la entrada, y los pr&#237;ncipes y los trompeteros junto al rey, y que todo el pueblo de la tierra mostraba alegr&#237;a, y sonaba bocinas, y los cantores con instrumentos de m&#250;sica dirig&#237;an la alabanza. Entonces Atal&#237;a rasg&#243; sus vestidos, y dijo: &#161;Traici&#243;n! &#161;Traici&#243;n! 14Pero el sacerdote Joiada mand&#243; que salieran los jefes de centenas del ej&#233;rcito, y les dijo: Sacadla fuera del recinto, y al que la siguiere, matadlo a filo de espada; porque el sacerdote hab&#237;a mandado que no la matasen en la casa de Jehov&#225;. 15Ellos, pues, le echaron mano, y luego que ella hubo pasado la entrada de la puerta de los caballos de la casa del rey, all&#237; la mataron.</div><div class="p"> 16Y Joiada hizo pacto entre s&#237; y todo el pueblo y el rey, que ser&#237;an pueblo de Jehov&#225;. 17Despu&#233;s de esto entr&#243; todo el pueblo en el templo de Baal, y lo derribaron, y tambi&#233;n sus altares; e hicieron pedazos sus im&#225;genes, y mataron delante de los altares a Mat&#225;n, sacerdote de Baal. 18Luego orden&#243; Joiada los oficios en la casa de Jehov&#225;, bajo la mano de los sacerdotes y levitas, seg&#250;n David los hab&#237;a distribuido en la casa de Jehov&#225;, para ofrecer a Jehov&#225; los holocaustos, como est&#225; escrito en la ley de Mois&#233;s, con gozo y con c&#225;nticos, conforme a la disposici&#243;n de David. 19Puso tambi&#233;n porteros a las puertas de la casa de Jehov&#225;, para que por ninguna v&#237;a entrase ning&#250;n inmundo. 20Llam&#243; despu&#233;s a los jefes de centenas, y a los principales, a los que gobernaban el pueblo y a todo el pueblo de la tierra, para conducir al rey desde la casa de Jehov&#225;; y cuando llegaron a la mitad de la puerta mayor de la casa del rey, sentaron al rey sobre el trono del reino. 21Y se regocij&#243; todo el pueblo del pa&#237;s; y la ciudad estuvo tranquila, despu&#233;s que mataron a Atal&#237;a a filo de espada.</div>
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 <div class="chapter ch24" data-usfm="2CH.24">
 <div class="label">24</div><div class="s">Reinado de Jo&#225;s de Jud&#225;</div><div class="r">(2 R. 12.1-21)</div><div class="p"> 1De siete a&#241;os era Jo&#225;s cuando comenz&#243; a reinar, y cuarenta a&#241;os rein&#243; en Jerusal&#233;n. El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba. 2E hizo Jo&#225;s lo recto ante los ojos de Jehov&#225; todos los d&#237;as de Joiada el sacerdote. 3Y Joiada tom&#243; para &#233;l dos mujeres; y engendr&#243; hijos e hijas.</div><div class="p"> 4Despu&#233;s de esto, aconteci&#243; que Jo&#225;s decidi&#243; restaurar la casa de Jehov&#225;. 5Y reuni&#243; a los sacerdotes y los levitas, y les dijo: Salid por las ciudades de Jud&#225;, y recoged dinero de todo Israel, para que cada a&#241;o sea reparada la casa de vuestro Dios; y vosotros poned diligencia en el asunto. Pero los levitas no pusieron diligencia. 6Por lo cual el rey llam&#243; al sumo sacerdote Joiada y le dijo: &#191;Por qu&#233; no has procurado que los levitas traigan de Jud&#225; y de Jerusal&#233;n la ofrenda que Mois&#233;s siervo de Jehov&#225; impuso a la congregaci&#243;n de Israel para el tabern&#225;culo del testimonio?#Ex. 30.11-16. 7Porque la imp&#237;a Atal&#237;a y sus hijos hab&#237;an destruido la casa de Dios, y adem&#225;s hab&#237;an gastado en los &#237;dolos todas las cosas consagradas de la casa de Jehov&#225;.</div><div class="p"> 8Mand&#243;, pues, el rey que hiciesen un arca, la cual pusieron fuera, a la puerta de la casa de Jehov&#225;; 9e hicieron pregonar en Jud&#225; y en Jerusal&#233;n, que trajesen a Jehov&#225; la ofrenda que Mois&#233;s siervo de Dios hab&#237;a impuesto a Israel en el desierto. 10Y todos los jefes y todo el pueblo se gozaron, y trajeron ofrendas, y las echaron en el arca hasta llenarla. 11Y cuando ven&#237;a el tiempo para llevar el arca al secretario del rey por mano de los levitas, cuando ve&#237;an que hab&#237;a mucho dinero, ven&#237;a el escriba del rey, y el que estaba puesto por el sumo sacerdote, y llevaban el arca, y la vaciaban, y la volv&#237;an a su lugar. As&#237; lo hac&#237;an de d&#237;a en d&#237;a, y recog&#237;an mucho dinero, 12y el rey y Joiada lo daban a los que hac&#237;an el trabajo del servicio de la casa de Jehov&#225;; y tomaban canteros y carpinteros que reparasen la casa de Jehov&#225;, y art&#237;fices en hierro y bronce para componer la casa. 13Hac&#237;an, pues, los artesanos la obra, y por sus manos la obra fue restaurada, y restituyeron la casa de Dios a su antigua condici&#243;n, y la consolidaron. 14Y cuando terminaron, trajeron al rey y a Joiada lo que quedaba del dinero, e hicieron de &#233;l utensilios para la casa de Jehov&#225;, utensilios para el servicio, morteros, cucharas, vasos de oro y de plata. Y sacrificaban holocaustos continuamente en la casa de Jehov&#225; todos los d&#237;as de Joiada.</div><div class="p"> 15Mas Joiada envejeci&#243;, y muri&#243; lleno de d&#237;as; de ciento treinta a&#241;os era cuando muri&#243;. 16Y lo sepultaron en la ciudad de David con los reyes, por cuanto hab&#237;a hecho bien con Israel, y para con Dios, y con su casa.</div><div class="p"> 17Muerto Joiada, vinieron los pr&#237;ncipes de Jud&#225; y ofrecieron obediencia al rey; y el rey los oy&#243;. 18Y desampararon la casa de Jehov&#225; el Dios de sus padres, y sirvieron a los s&#237;mbolos de Asera y a las im&#225;genes esculpidas. Entonces la ira de Dios vino sobre Jud&#225; y Jerusal&#233;n por este su pecado. 19Y les envi&#243; profetas para que los volviesen a Jehov&#225;, los cuales les amonestaron; mas ellos no los escucharon.</div><div class="p"> 20Entonces el Esp&#237;ritu de Dios vino sobre Zacar&#237;as hijo del sacerdote Joiada; y puesto en pie, donde estaba m&#225;s alto que el pueblo, les dijo: As&#237; ha dicho Dios: &#191;Por qu&#233; quebrant&#225;is los mandamientos de Jehov&#225;? No os vendr&#225; bien por ello; porque por haber dejado a Jehov&#225;, &#233;l tambi&#233;n os abandonar&#225;. 21Pero ellos hicieron conspiraci&#243;n contra &#233;l, y por mandato del rey lo apedrearon hasta matarlo, en el patio de la casa de Jehov&#225;.#Mt. 23.35; Lc. 11.51. 22As&#237; el rey Jo&#225;s no se acord&#243; de la misericordia que Joiada padre de Zacar&#237;as hab&#237;a hecho con &#233;l, antes mat&#243; a su hijo, quien dijo al morir: Jehov&#225; lo vea y lo demande.</div><div class="p"> 23A la vuelta del a&#241;o subi&#243; contra &#233;l el ej&#233;rcito de Siria; y vinieron a Jud&#225; y a Jerusal&#233;n, y destruyeron en el pueblo a todos los principales de &#233;l, y enviaron todo el bot&#237;n al rey a Damasco. 24Porque aunque el ej&#233;rcito de Siria hab&#237;a venido con poca gente, Jehov&#225; entreg&#243; en sus manos un ej&#233;rcito muy numeroso, por cuanto hab&#237;an dejado a Jehov&#225; el Dios de sus padres. As&#237; ejecutaron juicios contra Jo&#225;s.</div><div class="p"> 25Y cuando se fueron los sirios, lo dejaron agobiado por sus dolencias; y conspiraron contra &#233;l sus siervos a causa de la sangre de los hijos de Joiada el sacerdote, y lo hirieron en su cama, y muri&#243;. Y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes. 26Los que conspiraron contra &#233;l fueron Zabad hijo de Simeat amonita, y Jozabad hijo de Simrit moabita. 27En cuanto a los hijos de Jo&#225;s, y la multiplicaci&#243;n que hizo de las rentas, y la restauraci&#243;n de la casa de Jehov&#225;, he aqu&#237; est&#225; escrito en la historia del libro de los reyes. Y rein&#243; en su lugar Amas&#237;as su hijo.</div>
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