Salmo 26: La Determinación De Vivir en Integridad

Beneficios De Leer La Palabra

Pedro: Un Apóstol Con Sus Prioridades Claramente Definidas

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Salmo 19: La suficiencia de la palabra de Dios

Criando Una Generación Que Conozca a Dios

Viviendo en Libertad, Viviendo Lleno Del Espíritu Santo

Avivando El Fuego

Las Promesas Pendientes

Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bkCOL">
 <div class="chapter ch3" data-usfm="COL.3">
 <div class="label">3</div><div class="p"> 1Si, pues, hab&#233;is resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde est&#225; Cristo sentado a la diestra de Dios.#Sal. 110.1. 2Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3Porque hab&#233;is muerto, y vuestra vida est&#225; escondida con Cristo en Dios. 4Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros tambi&#233;n ser&#233;is manifestados con &#233;l en gloria.</div><div class="s">La vida antigua y la nueva</div><div class="p"> 5Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicaci&#243;n, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatr&#237;a; 6cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, 7en las cuales vosotros tambi&#233;n anduvisteis en otro tiempo cuando viv&#237;ais en ellas. 8Pero ahora dejad tambi&#233;n vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. 9No mint&#225;is los unos a los otros, habi&#233;ndoos despojado del viejo hombre#Ef. 4.22. con sus hechos, 10y revestido del nuevo,#Ef. 4.24. el cual conforme a la imagen del que lo cre&#243;#Gn. 1.26. se va renovando hasta el conocimiento pleno, 11donde no hay griego ni jud&#237;o, circuncisi&#243;n ni incircuncisi&#243;n, b&#225;rbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.</div><div class="p"> 12Vest&#237;os, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entra&#241;able misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13soport&#225;ndoos unos a otros, y perdon&#225;ndoos unos a otros#Ef. 4.2. si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdon&#243;, as&#237; tambi&#233;n hacedlo vosotros.#Ef. 4.32. 14Y sobre todas estas cosas vest&#237;os de amor, que es el v&#237;nculo perfecto. 15Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, ense&#241;&#225;ndoos y exhort&#225;ndoos unos a otros en toda sabidur&#237;a, cantando con gracia en vuestros corazones al Se&#241;or con salmos e himnos y c&#225;nticos espirituales. 17Y todo lo que hac&#233;is, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Se&#241;or Jes&#250;s, dando gracias a Dios Padre por medio de &#233;l.#Ef. 5.19-20.</div><div class="s">Deberes sociales de la nueva vida</div><div class="p"> 18Casadas, estad sujetas a vuestros maridos,#Ef. 5.22; 1 P. 3.1. como conviene en el Se&#241;or. 19Maridos, amad a vuestras mujeres,#Ef. 5.25; 1 P. 3.7. y no se&#225;is &#225;speros con ellas. 20Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Se&#241;or.#Ef. 6.1. 21Padres, no exasper&#233;is a vuestros hijos,#Ef. 6.4. para que no se desalienten. 22Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con coraz&#243;n sincero, temiendo a Dios. 23Y todo lo que hag&#225;is, hacedlo de coraz&#243;n, como para el Se&#241;or y no para los hombres; 24sabiendo que del Se&#241;or recibir&#233;is la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Se&#241;or serv&#237;s. 25Mas el que hace injusticia, recibir&#225; la injusticia que hiciere,#Ef. 6.5-8. porque no hay acepci&#243;n de personas.#Dt. 10.17; Ef. 6.9.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="chapter ch7" data-usfm="2KI.7">
 <div class="label">7</div><div class="p"> 1Dijo entonces Eliseo: O&#237;d palabra de Jehov&#225;: As&#237; dijo Jehov&#225;: Ma&#241;ana a estas horas valdr&#225; el seah de flor de harina un siclo, y dos seahs de cebada un siclo, a la puerta de Samaria. 2Y un pr&#237;ncipe sobre cuyo brazo el rey se apoyaba, respondi&#243; al var&#243;n de Dios, y dijo: Si Jehov&#225; hiciese ahora ventanas en el cielo, &#191;ser&#237;a esto as&#237;? Y &#233;l dijo: He aqu&#237; t&#250; lo ver&#225;s con tus ojos, mas no comer&#225;s de ello.</div><div class="p"> 3Hab&#237;a a la entrada de la puerta cuatro hombres leprosos, los cuales dijeron el uno al otro: &#191;Para qu&#233; nos estamos aqu&#237; hasta que muramos? 4Si trat&#225;remos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad moriremos en ella; y si nos quedamos aqu&#237;, tambi&#233;n moriremos. Vamos, pues, ahora, y pasemos al campamento de los sirios; si ellos nos dieren la vida, viviremos; y si nos dieren la muerte, moriremos. 5Se levantaron, pues, al anochecer, para ir al campamento de los sirios; y llegando a la entrada del campamento de los sirios, no hab&#237;a all&#237; nadie. 6Porque Jehov&#225; hab&#237;a hecho que en el campamento de los sirios se oyese estruendo de carros, ruido de caballos, y estr&#233;pito de gran ej&#233;rcito; y se dijeron unos a otros: He aqu&#237;, el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los heteos y a los reyes de los egipcios, para que vengan contra nosotros. 7Y as&#237; se levantaron y huyeron al anochecer, abandonando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campamento como estaba; y hab&#237;an huido para salvar sus vidas. 8Cuando los leprosos llegaron a la entrada del campamento, entraron en una tienda y comieron y bebieron, y tomaron de all&#237; plata y oro y vestidos, y fueron y lo escondieron; y vueltos, entraron en otra tienda, y de all&#237; tambi&#233;n tomaron, y fueron y lo escondieron.</div><div class="p"> 9Luego se dijeron el uno al otro: No estamos haciendo bien. Hoy es d&#237;a de buena nueva, y nosotros callamos; y si esperamos hasta el amanecer, nos alcanzar&#225; nuestra maldad. Vamos pues, ahora, entremos y demos la nueva en casa del rey. 10Vinieron, pues, y gritaron a los guardas de la puerta de la ciudad, y les declararon, diciendo: Nosotros fuimos al campamento de los sirios, y he aqu&#237; que no hab&#237;a all&#237; nadie, ni voz de hombre, sino caballos atados, asnos tambi&#233;n atados, y el campamento intacto. 11Los porteros gritaron, y lo anunciaron dentro, en el palacio del rey. 12Y se levant&#243; el rey de noche, y dijo a sus siervos: Yo os declarar&#233; lo que nos han hecho los sirios. Ellos saben que tenemos hambre, y han salido de las tiendas y se han escondido en el campo, diciendo: Cuando hayan salido de la ciudad, los tomaremos vivos, y entraremos en la ciudad. 13Entonces respondi&#243; uno de sus siervos y dijo: Tomen ahora cinco de los caballos que han quedado en la ciudad (porque los que quedan ac&#225; tambi&#233;n perecer&#225;n como toda la multitud de Israel que ya ha perecido), y enviemos y veamos qu&#233; hay. 14Tomaron, pues, dos caballos de un carro, y envi&#243; el rey al campamento de los sirios, diciendo: Id y ved. 15Y ellos fueron, y los siguieron hasta el Jord&#225;n; y he aqu&#237; que todo el camino estaba lleno de vestidos y enseres que los sirios hab&#237;an arrojado por la premura. Y volvieron los mensajeros y lo hicieron saber al rey.</div><div class="p"> 16Entonces el pueblo sali&#243;, y saque&#243; el campamento de los sirios. Y fue vendido un seah de flor de harina por un siclo, y dos seahs de cebada por un siclo, conforme a la palabra de Jehov&#225;. 17Y el rey puso a la puerta a aquel pr&#237;ncipe sobre cuyo brazo &#233;l se apoyaba; y lo atropell&#243; el pueblo a la entrada, y muri&#243;, conforme a lo que hab&#237;a dicho el var&#243;n de Dios, cuando el rey descendi&#243; a &#233;l. 18Aconteci&#243;, pues, de la manera que el var&#243;n de Dios hab&#237;a hablado al rey, diciendo: Dos seahs de cebada por un siclo, y el seah de flor de harina ser&#225; vendido por un siclo ma&#241;ana a estas horas, a la puerta de Samaria. 19A lo cual aquel pr&#237;ncipe hab&#237;a respondido al var&#243;n de Dios, diciendo: Si Jehov&#225; hiciese ventanas en el cielo, &#191;pudiera suceder esto? Y &#233;l dijo: He aqu&#237; t&#250; lo ver&#225;s con tus ojos, mas no comer&#225;s de ello. 20Y le sucedi&#243; as&#237;; porque el pueblo le atropell&#243; a la entrada, y muri&#243;.</div>
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 <div class="book bk2KI">
 <div class="chapter ch8" data-usfm="2KI.8">
 <div class="label">8</div><div class="s">Los bienes de la sunamita devueltos</div><div class="p"> 1Habl&#243; Eliseo a aquella mujer a cuyo hijo &#233;l hab&#237;a hecho vivir,#2 R. 4.8-37. diciendo: Lev&#225;ntate, vete t&#250; y toda tu casa a vivir donde puedas; porque Jehov&#225; ha llamado el hambre, la cual vendr&#225; sobre la tierra por siete a&#241;os. 2Entonces la mujer se levant&#243;, e hizo como el var&#243;n de Dios le dijo; y se fue ella con su familia, y vivi&#243; en tierra de los filisteos siete a&#241;os. 3Y cuando hab&#237;an pasado los siete a&#241;os, la mujer volvi&#243; de la tierra de los filisteos; despu&#233;s sali&#243; para implorar al rey por su casa y por sus tierras. 4Y hab&#237;a el rey hablado con Giezi, criado del var&#243;n de Dios, dici&#233;ndole: Te ruego que me cuentes todas las maravillas que ha hecho Eliseo. 5Y mientras &#233;l estaba contando al rey c&#243;mo hab&#237;a hecho vivir a un muerto, he aqu&#237; que la mujer, a cuyo hijo &#233;l hab&#237;a hecho vivir, vino para implorar al rey por su casa y por sus tierras. Entonces dijo Giezi: Rey se&#241;or m&#237;o, esta es la mujer, y este es su hijo, al cual Eliseo hizo vivir. 6Y preguntando el rey a la mujer, ella se lo cont&#243;. Entonces el rey orden&#243; a un oficial, al cual dijo: Hazle devolver todas las cosas que eran suyas, y todos los frutos de sus tierras desde el d&#237;a que dej&#243; el pa&#237;s hasta ahora.</div><div class="s">Hazael reina en Siria</div><div class="p"> 7Eliseo se fue luego a Damasco; y Ben-adad rey de Siria estaba enfermo, al cual dieron aviso, diciendo: El var&#243;n de Dios ha venido aqu&#237;. 8Y el rey dijo a Hazael: Toma en tu mano un presente, y ve a recibir al var&#243;n de Dios, y consulta por &#233;l a Jehov&#225;, diciendo: &#191;Sanar&#233; de esta enfermedad? 9Tom&#243;, pues, Hazael en su mano un presente de entre los bienes de Damasco, cuarenta camellos cargados, y fue a su encuentro, y llegando se puso delante de &#233;l, y dijo: Tu hijo Ben-adad rey de Siria me ha enviado a ti, diciendo: &#191;Sanar&#233; de esta enfermedad? 10Y Eliseo le dijo: Ve, dile: Seguramente sanar&#225;s. Sin embargo, Jehov&#225; me ha mostrado que &#233;l morir&#225; ciertamente. 11Y el var&#243;n de Dios le mir&#243; fijamente, y estuvo as&#237; hasta hacerlo ruborizarse; luego llor&#243; el var&#243;n de Dios. 12Entonces le dijo Hazael: &#191;Por qu&#233; llora mi se&#241;or? Y &#233;l respondi&#243;: Porque s&#233; el mal que har&#225;s a los hijos de Israel; a sus fortalezas pegar&#225;s fuego, a sus j&#243;venes matar&#225;s a espada, y estrellar&#225;s a sus ni&#241;os, y abrir&#225;s el vientre a sus mujeres que est&#233;n encintas. 13Y Hazael dijo: Pues, &#191;qu&#233; es tu siervo, este perro, para que haga tan grandes cosas? Y respondi&#243; Eliseo: Jehov&#225; me ha mostrado que t&#250; ser&#225;s rey de Siria.#1 R. 19.15. 14Y Hazael se fue, y vino a su se&#241;or, el cual le dijo: &#191;Qu&#233; te ha dicho Eliseo? Y &#233;l respondi&#243;: Me dijo que seguramente sanar&#225;s. 15El d&#237;a siguiente, tom&#243; un pa&#241;o y lo meti&#243; en agua, y lo puso sobre el rostro de Ben-adad, y muri&#243;; y rein&#243; Hazael en su lugar.</div><div class="s">Reinado de Joram de Jud&#225;</div><div class="r">(2 Cr. 21.1-20)</div><div class="p"> 16En el quinto a&#241;o de Joram hijo de Acab, rey de Israel, y siendo Josafat rey de Jud&#225;, comenz&#243; a reinar Joram hijo de Josafat, rey de Jud&#225;. 17De treinta y dos a&#241;os era cuando comenz&#243; a reinar, y ocho a&#241;os rein&#243; en Jerusal&#233;n. 18Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, como hizo la casa de Acab, porque una hija de Acab fue su mujer; e hizo lo malo ante los ojos de Jehov&#225;. 19Con todo eso, Jehov&#225; no quiso destruir a Jud&#225;, por amor a David su siervo, porque hab&#237;a prometido darle l&#225;mpara a &#233;l y a sus hijos perpetuamente.#1 R. 11.36.</div><div class="p"> 20En el tiempo de &#233;l se rebel&#243; Edom contra el dominio de Jud&#225;,#Gn. 27.40. y pusieron rey sobre ellos. 21Joram, por tanto, pas&#243; a Zair, y todos sus carros con &#233;l; y levant&#225;ndose de noche atac&#243; a los de Edom, los cuales le hab&#237;an sitiado, y a los capitanes de los carros; y el pueblo huy&#243; a sus tiendas. 22No obstante, Edom se libert&#243; del dominio de Jud&#225;, hasta hoy. Tambi&#233;n se rebel&#243; Libna en el mismo tiempo. 23Los dem&#225;s hechos de Joram, y todo lo que hizo, &#191;no est&#225;n escritos en el libro de las cr&#243;nicas de los reyes de Jud&#225;? 24Y durmi&#243; Joram con sus padres, y fue sepultado con ellos en la ciudad de David; y rein&#243; en lugar suyo Ocoz&#237;as, su hijo.</div><div class="s">Reinado de Ocoz&#237;as de Jud&#225;</div><div class="r">(2 Cr. 22.1-6)</div><div class="p"> 25En el a&#241;o doce de Joram hijo de Acab, rey de Israel, comenz&#243; a reinar Ocoz&#237;as hijo de Joram, rey de Jud&#225;. 26De veintid&#243;s a&#241;os era Ocoz&#237;as cuando comenz&#243; a reinar, y rein&#243; un a&#241;o en Jerusal&#233;n. El nombre de su madre fue Atal&#237;a, hija de Omri rey de Israel. 27Anduvo en el camino de la casa de Acab, e hizo lo malo ante los ojos de Jehov&#225;, como la casa de Acab; porque era yerno de la casa de Acab.</div><div class="p"> 28Y fue a la guerra con Joram hijo de Acab a Ramot de Galaad, contra Hazael rey de Siria; y los sirios hirieron a Joram. 29Y el rey Joram se volvi&#243; a Jezreel para curarse de las heridas que los sirios le hicieron frente a Ramot, cuando pele&#243; contra Hazael rey de Siria. Y descendi&#243; Ocoz&#237;as hijo de Joram rey de Jud&#225;, a visitar a Joram hijo de Acab en Jezreel, porque estaba enfermo.</div>
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