MARIA, SORPRESA Y HUMILDAD

Imagínate ser una persona común y de repente recibir un sorpresivo llamado de Dios, bueno este fue el caso de María, quien tendría ni más ni menos que el llamado y la tarea de ser la mamá de Jesús. (Solo quien ha sido padre o madre puede entender este proceso). Podríamos decir muchas cosas sobre el contexto y vida de María, cosas que podrían ser claros y válidos obstáculos y pretextos para atender el llamado de Dios, sin embargo, pese a todo, su vida no hace más que alentarnos a dar pasos de fe, valientes y radicales.

La sorpresa es la primera prueba para un corazón, como responderías sí en este momento tu esposa te dice que esta embarazada?, Sí tu esposo llegara del trabajo con la noticia que lo despidieron?, Sí tu novio/a decidiera terminar su relación sin explicación alguna? Claramente nuestra capacidad para responder será afectada por la condición de nuestro corazón, sino tenemos un entendimiento de la bondad y soberanía de Dios sin duda será difícil responder con humildad ante las sorpresas de la vida.

En el caso de María había tenido llamado especifico y con indicaciones claras para el cumplimiento del propósito de Dios en su vida, eso no minimiza que su corazón haya sido probado por la sorpresa que implica ser elegidos por Dios. María, al recibir el anuncio celestial, nos ofrece un modelo de humildad y aceptación del plan divino. En su vida podemos ser inspirados en cómo responder con la misma humildad al llamado de Dios en nuestras vidas, abrazando su voluntad con confianza y entrega.

Sin duda este es el momento de orar: Señor dame la humildad para abrazar el plan redentor que tienes para mi. (Si lo crees necesario, repite con fe)