El sembradorMuestra

EL ATAQUE: Plagas, zorras y cizaña

Ni en el campo, ni en la vida, las cosas son tan simples. Existen todo tipo de plagas que invaden los campos de los agricultores; algunas atacan el terreno, otras las semillas o los frutos. Si un agricultor no puede descuidar su plantación, tampoco puedes descuidar tu vida.

Quien crea no tener enemigos, no entiende la mecánica de este mundo. Sería como el agricultor que siembra y no considere a los roedores que se comen la cosecha y que dañan el campo; aparte de ignorante, es confiado. En nuestra vida, cada acción comienza con un pensamiento que puede traerse abajo todo lo construido; el problema no son los pensamientos en sí, sino el abordaje que les damos. No permitas que tus pensamientos destruyan tu siembra y dañen el terreno que tanto te ha costado preparar. Captura las zorras antes de que pongan sus garras sobre la siembra, y expúlsalas de tu campo.

En nuestra vida espiritual, las plagas tienen cara de problemas, tentaciones, pecado; y muchas plagas parecen inofensivas, son incluso agradables a la vista, pero su efecto es destructor.

Enviar plagas a tu vida es el día a día del enemigo. Si crees en Dios, cree en el diablo.

Una plaga puede ser tan inofensiva como el hecho de que tienes mucho trabajo y este genera más ingresos, pero la plaga a mediano plazo se convierte en que no tienes tiempo para tu familia, para la oración, estudio de la Palabra de Dios; y finalmente, te das cuenta de que el estado postrero es peor que el estado inicial.

Para poder identificar una plaga potencial, lo primero es estar consciente de que estas pueden llegar en cualquier día, por cualquier medio y que podrían no tener un aspecto terrorífico. Evalúa cada situación que está llegando a tu vida; analiza si esta edifica tu casa, familia y la tierra que tanto has labrado.

Finalmente, en tu tiempo de oración, declara una Palabra de cobertura sobre tu tierra, sobre tu familia; y pon en manos de Dios toda nueva situación para que puedas recibir la instrucción adecuada de cómo proceder. En nuestra vida, Dios tiene el papel de padre, de amigo, del creador del cielo y de la tierra, así como muchos otros; pero un papel fundamental es que es el mejor asesor de todos y quien puede ayudarte en la preparación de la tierra, en la siembra y en la cosecha. No desperdicies ese privilegio; acércate a Él y recibirás la respuesta.

ORACIÓN

Padre celestial te pido que envíes tus ángeles para proteger mi tierra y la siembra de las semillas, no permitas mi Dios que el enemigo arrase con lo que tanto esfuerzo nos ha costado. Yo declaro una cobertura especial sobre mi tierra, sobre mi familia y en cada fruto obtenido. Amén