¡Oh, Noche Santa!Muestra

Duerme tranquilo

"… Ha llegado el tiempo del favor del Señor" (Lucas 4:19 NTV).

La melodía exquisita de algunos de los mejores villancicos hace que a veces no prestemos atención a todo el mensaje de su letra. Así sucede con el no tan conocido Huyendo de Herodes.

La primera línea de la primera y segunda estrofas conmueve al decir: La virgen va caminando […]. Y al niño lo lleva con grande cuidado; pero detrás de tal expresión de amor y protección, se esconde la violencia de la que no querríamos escuchar: Por el camino ha pasado hambres y fríos […], porque el rey Herodes quiere degollarlo.

Herodes se había enterado del nacimiento del Rey de los judíos (Mateo 2:2). Al consultar a los líderes religiosos, oyó que las profecías anticipaban el nacimiento del Mesías en Belén (vv. 4-6). Entonces, ordenó matar allí a todos los bebés varones (v. 16). Y Mateo registra la angustia: «Raquel que llora a sus hijos, y no quiso ser consolada, porque perecieron» (v. 18).

Herodes pensó que había triunfado, pero solo se lo recuerda como un archivillano.

Décadas más tarde, Jesús tiene la última palabra al leer en la sinagoga: «El Espíritu del Señor […] me ha enviado […] a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor» (Lucas 4:18-19).

Jesús cambió el rumbo de nuestra historia. La violencia terminó. Un nuevo día está llegando.

Tim Gustafson

Padre, gracias por enviar a tu Hijo a traer paz a nuestro mundo violento.

¿Qué aspectos de la época navideña te perturban? ¿Cómo pueden alentarte las palabras de Jesús en Lucas 4:18-19?