¡Oh, Noche Santa!Muestra
Con nosotros
"… Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros" (Mateo 1:23).
Hace años, una mañana de Navidad, estaba parado al pie de las escaleras al lado de mi papá y vi la tristeza en su rostro. Los efectos de la demencia senil estaban avanzando. Se dio cuenta de que ya no podría subir y entrar en la habitación que había compartido con mi mamá todos esos años.
Nuestra familia comenzó una temporada de espera, hasta que la enfermedad le quitara la voz y los pensamientos, y su mirada nos dijera que ya no nos conocía. Esperando que llegara el final.
Esa Navidad hallé esperanza en la canción Ven, ven, Emanuel. Se trata de esperar.
Los israelitas esperaban al Mesías y se preguntaban si realmente vendría. Pero su espera no fue en vano. Jesús nació en el mundo para salvarnos del pecado, cumpliendo así la profecía que había hecho Isaías cientos de años antes: «He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel» (7:14).
El nacimiento de Jesús justifica los finales de nuestra vida. Su presencia nos fortalece mientras los esperamos y atravesamos. Dios estaba con mi papá aquel día frente a las escaleras; y un día, estará con nosotros… para siempre.
Él es el final de todas nuestras esperas angustiosas; el final de todos nuestros finales. Dios está con nosotros (Mateo 1:23).
Karen Huang
Querido Jesús, gracias por ser mi Emanuel.
¿Cómo transforma la presencia de Jesús tus tiempos de espera? Aunque sabes que la vida está llena de finales, ¿por qué puedes mirar el futuro con esperanza?
Escrituras
Acerca de este Plan
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Nos gustaría agradecer a Our Daily Bread por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://nuestropandiario.org/