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Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bkOBA">
 <div class="chapter ch1" data-usfm="OBA.1">
 <div class="label">1</div><div class="s">La humillaci&#243;n de Edom</div><div class="p"> 1Visi&#243;n de Abd&#237;as.</div><div class="p">Jehov&#225; el Se&#241;or ha dicho as&#237; en cuanto a Edom:#Is. 34.5-17; 63.1-6; Jer. 49.7-22; Ez. 25.12-14; 35.1-15; Am. 1.11-12; Mal. 1.2-5. Hemos o&#237;do el preg&#243;n de Jehov&#225;, y mensajero ha sido enviado a las naciones. Levantaos, y levant&#233;monos contra este pueblo en batalla. 2He aqu&#237;, peque&#241;o te he hecho entre las naciones; est&#225;s abatido en gran manera. 3La soberbia de tu coraz&#243;n te ha enga&#241;ado, t&#250; que moras en las hendiduras de las pe&#241;as, en tu alt&#237;sima morada; que dices en tu coraz&#243;n: &#191;Qui&#233;n me derribar&#225; a tierra? 4Si te remontares como &#225;guila, y aunque entre las estrellas pusieres tu nido, de ah&#237; te derribar&#233;, dice Jehov&#225;.</div><div class="p"> 5Si ladrones vinieran a ti, o robadores de noche (&#161;c&#243;mo has sido destruido!), &#191;no hurtar&#237;an lo que les bastase? Si entraran a ti vendimiadores, &#191;no dejar&#237;an alg&#250;n rebusco? 6&#161;C&#243;mo fueron escudri&#241;adas las cosas de Esa&#250;! Sus tesoros escondidos fueron buscados. 7Todos tus aliados te han enga&#241;ado; hasta los confines te hicieron llegar; los que estaban en paz contigo prevalecieron contra ti; los que com&#237;an tu pan pusieron lazo debajo de ti; no hay en ello entendimiento. 8&#191;No har&#233; que perezcan en aquel d&#237;a, dice Jehov&#225;, los sabios de Edom, y la prudencia del monte de Esa&#250;? 9Y tus valientes, oh Tem&#225;n, ser&#225;n amedrentados; porque todo hombre ser&#225; cortado del monte de Esa&#250; por el estrago. 10Por la injuria a tu hermano Jacob te cubrir&#225; verg&#252;enza, y ser&#225;s cortado para siempre. 11El d&#237;a que estando t&#250; delante, llevaban extra&#241;os cautivo su ej&#233;rcito, y extra&#241;os entraban por sus puertas, y echaban suertes sobre Jerusal&#233;n, t&#250; tambi&#233;n eras como uno de ellos. 12Pues no debiste t&#250; haber estado mirando en el d&#237;a de tu hermano, en el d&#237;a de su infortunio; no debiste haberte alegrado de los hijos de Jud&#225; en el d&#237;a en que se perdieron, ni debiste haberte jactado en el d&#237;a de la angustia. 13No debiste haber entrado por la puerta de mi pueblo en el d&#237;a de su quebrantamiento; no, no debiste haber mirado su mal en el d&#237;a de su quebranto, ni haber echado mano a sus bienes en el d&#237;a de su calamidad. 14Tampoco debiste haberte parado en las encrucijadas para matar a los que de ellos escapasen; ni debiste haber entregado a los que quedaban en el d&#237;a de angustia.</div><div class="s">La exaltaci&#243;n de Israel</div><div class="p"> 15Porque cercano est&#225; el d&#237;a de Jehov&#225; sobre todas las naciones; como t&#250; hiciste se har&#225; contigo; tu recompensa volver&#225; sobre tu cabeza. 16De la manera que vosotros bebisteis en mi santo monte, beber&#225;n continuamente todas las naciones; beber&#225;n, y engullir&#225;n, y ser&#225;n como si no hubieran sido. 17Mas en el monte de Sion habr&#225; un remanente que se salve; y ser&#225; santo, y la casa de Jacob recuperar&#225; sus posesiones. 18La casa de Jacob ser&#225; fuego, y la casa de Jos&#233; ser&#225; llama, y la casa de Esa&#250; estopa, y los quemar&#225;n y los consumir&#225;n; ni aun resto quedar&#225; de la casa de Esa&#250;, porque Jehov&#225; lo ha dicho. 19Y los del Neguev poseer&#225;n el monte de Esa&#250;, y los de la Sefela a los filisteos; poseer&#225;n tambi&#233;n los campos de Efra&#237;n, y los campos de Samaria; y Benjam&#237;n a Galaad. 20Y los cautivos de este ej&#233;rcito de los hijos de Israel poseer&#225;n lo de los cananeos hasta Sarepta; y los cautivos de Jerusal&#233;n que est&#225;n en Sefarad poseer&#225;n las ciudades del Neguev. 21Y subir&#225;n salvadores al monte de Sion para juzgar al monte de Esa&#250;; y el reino ser&#225; de Jehov&#225;.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bkJON">
 <div class="chapter ch1" data-usfm="JON.1">
 <div class="label">1</div><div class="s">Jon&#225;s huye de Jehov&#225;</div><div class="p"> 1Vino palabra de Jehov&#225; a Jon&#225;s#2 R. 14.25. hijo de Amitai, diciendo: 2Lev&#225;ntate y ve a N&#237;nive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de m&#237;. 3Y Jon&#225;s se levant&#243; para huir de la presencia de Jehov&#225; a Tarsis, y descendi&#243; a Jope, y hall&#243; una nave que part&#237;a para Tarsis; y pagando su pasaje, entr&#243; en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehov&#225;.</div><div class="p"> 4Pero Jehov&#225; hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pens&#243; que se partir&#237;a la nave. 5Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba a su dios; y echaron al mar los enseres que hab&#237;a en la nave, para descargarla de ellos. Pero Jon&#225;s hab&#237;a bajado al interior de la nave, y se hab&#237;a echado a dormir. 6Y el patr&#243;n de la nave se le acerc&#243; y le dijo: &#191;Qu&#233; tienes, dormil&#243;n? Lev&#225;ntate, y clama a tu Dios; quiz&#225; &#233;l tendr&#225; compasi&#243;n de nosotros, y no pereceremos.</div><div class="p"> 7Y dijeron cada uno a su compa&#241;ero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de qui&#233;n nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cay&#243; sobre Jon&#225;s. 8Entonces le dijeron ellos: Decl&#225;ranos ahora por qu&#233; nos ha venido este mal. &#191;Qu&#233; oficio tienes, y de d&#243;nde vienes? &#191;Cu&#225;l es tu tierra, y de qu&#233; pueblo eres? 9Y &#233;l les respondi&#243;: Soy hebreo, y temo a Jehov&#225;, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra. 10Y aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: &#191;Por qu&#233; has hecho esto? Porque ellos sab&#237;an que hu&#237;a de la presencia de Jehov&#225;, pues &#233;l se lo hab&#237;a declarado.</div><div class="p"> 11Y le dijeron: &#191;Qu&#233; haremos contigo para que el mar se nos aquiete? Porque el mar se iba embraveciendo m&#225;s y m&#225;s. 12&#201;l les respondi&#243;: Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietar&#225;; porque yo s&#233; que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros. 13Y aquellos hombres trabajaron para hacer volver la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar se iba embraveciendo m&#225;s y m&#225;s contra ellos. 14Entonces clamaron a Jehov&#225; y dijeron: Te rogamos ahora, Jehov&#225;, que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque t&#250;, Jehov&#225;, has hecho como has querido. 15Y tomaron a Jon&#225;s, y lo echaron al mar; y el mar se aquiet&#243; de su furor. 16Y temieron aquellos hombres a Jehov&#225; con gran temor, y ofrecieron sacrificio a Jehov&#225;, e hicieron votos.</div><div class="p"> 17Pero Jehov&#225; ten&#237;a preparado un gran pez que tragase a Jon&#225;s; y estuvo Jon&#225;s en el vientre del pez tres d&#237;as y tres noches.#Mt. 12.40.</div>
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<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkREV">
 <div class="chapter ch1" data-usfm="REV.1">
 <div class="label">1</div><div class="s">La revelaci&#243;n de Jesucristo</div><div class="p"> 1La revelaci&#243;n de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declar&#243; envi&#225;ndola por medio de su &#225;ngel a su siervo Juan, 2que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. 3Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profec&#237;a, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo est&#225; cerca.</div><div class="s">Salutaciones a las siete iglesias</div><div class="p"> 4Juan, a las siete iglesias que est&#225;n en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir,#Ex. 3.14. y de los siete esp&#237;ritus que est&#225;n delante de su trono;#Ap. 4.5. 5y de Jesucristo el testigo fiel, el primog&#233;nito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra.#Sal. 89.27. Al que nos am&#243;, y nos lav&#243; de nuestros pecados con su sangre, 6y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre;#Ex. 19.6; Ap. 5.10. a &#233;l sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Am&#233;n. 7He aqu&#237; que viene con las nubes,#Dn. 7.13; Mt. 24.30; Mr. 13.26; Lc. 21.27; 1 Ts. 4.17. y todo ojo le ver&#225;, y los que le traspasaron;#Zac. 12.10; Jn. 19.34,37. y todos los linajes de la tierra har&#225;n lamentaci&#243;n por &#233;l.#Zac. 12.10-14; Mt. 24.30. S&#237;, am&#233;n.</div><div class="p"> 8Yo soy el Alfa y la Omega,#Ap. 22.13. principio y fin, dice el Se&#241;or, el que es y que era y que ha de venir,#Ex. 3.14. el Todopoderoso.</div><div class="s">Una visi&#243;n del Hijo del Hombre</div><div class="p"> 9Yo Juan, vuestro hermano, y copart&#237;cipe vuestro en la tribulaci&#243;n, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. 10Yo estaba en el Esp&#237;ritu en el d&#237;a del Se&#241;or, y o&#237; detr&#225;s de m&#237; una gran voz como de trompeta, 11que dec&#237;a: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el &#250;ltimo. Escribe en un libro lo que ves, y env&#237;alo a las siete iglesias que est&#225;n en Asia: a &#201;feso, Esmirna, P&#233;rgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.</div><div class="p"> 12Y me volv&#237; para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, 13y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre,#Dn. 7.13. vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ce&#241;ido por el pecho con un cinto de oro.#Dn. 10.5. 14Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve;#Dn. 7.9. sus ojos como llama de fuego; 15y sus pies semejantes al bronce bru&#241;ido,#Dn. 10.6. refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.#Ez. 1.24. 16Ten&#237;a en su diestra siete estrellas; de su boca sal&#237;a una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.</div><div class="p"> 17Cuando le vi, ca&#237; como muerto a sus pies. Y &#233;l puso su diestra sobre m&#237;, dici&#233;ndome: No temas; yo soy el primero y el &#250;ltimo;#Is. 44.6; 48.12; Ap. 2.8; 22.13. 18y el que vivo, y estuve muerto; mas he aqu&#237; que vivo por los siglos de los siglos, am&#233;n. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades. 19Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser despu&#233;s de estas. 20El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los &#225;ngeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.</div>
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